Ideas diversas Tapa

César Aira “Ideas diversas” Blatt & Ríos

En Ideas diversas, publicado por Blatt & Ríos en 2024, César Aira continúa la línea ensayística que el autor argentino inició en 2014 con Continuación de ideas diversas. Curiosamente, por sus títulos, parecería que el orden debió haber sido inverso.

Pero más allá del juego nomenclativo, ambos libros ofrecen lo que prometen: una amalgama lúcida de anotaciones dispersas, casi de diario, que invitan a la divagación con ironía, agudeza y libertad. Desde su estilo inconfundible, César Aira propone un mapa fragmentario de asociaciones y provocaciones que iluminan la lectura desde los márgenes.

El libro de César Aira se presenta como una deriva ensayística que confirma la vocación fragmentaria del autor: en este libro, la idea se impone como forma de pensamiento libre, alejada del rigor académico.

En 1977, César Aira ya había comenzado a delinear una estética propia, marcada por la fuga hacia adelante y la improvisación como método.

La escritura de César Aira se sostiene en el procedimiento más que en el producto: cada texto es una deriva que rehúye la clausura.

César Aira, con su estilo inconfundible, convierte cada anotación en una provocación literaria que desafía la lógica del ensayo tradicional.

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Ideas diversas, de César Aira: desvíos y anotaciones desde los márgenes

El libro de César Aira se inicia con su etapa escolar en su perspectiva como lector y, en cierto modo, como futuro escritor. Desde una edad temprana, alrededor de once o doce años, ya había explorado obras como La Ilíada y La Odisea, así como novelas de autores como Salgari y Julio Verne.

Durante ese tiempo, a través de las interacciones de sus compañeros con la maestra, comenzó a captar elementos significativos de la escritura, como la distinción entre el punto y seguido, el punto y aparte y la diferencia entre frases sueltas, párrafo y discurso en un texto.

Una de las reflexiones más notables que surgen de su experiencia es la complejidad de redactar textos breves de calidad, como la faja de un libro, en comparación con la elaboración de una obra completa.

En Ideas diversas, la tensión entre la lucidez y el juego alcanza momentos brillantes, especialmente cuando César Aira reflexiona sobre las formas breves y sus desafíos conceptuales.

El ámbito de la pintura es una constante en sus reflexiones. Artistas como Marcel Duchamp, Monet, Miró o Picasso son mencionados, siendo este último objeto de sorpresa por las revelaciones de William Rubin, director del MoMA y amigo del artista. Se destaca que Picasso necesitaba realizar múltiples intentos al dibujar para alcanzar el resultado deseado: “Curioso dato, tratándose de un artista de legendaria seguridad en la improvisación”.

Como heredero de Roussel y Duchamp, César Aira convierte cada novela en un experimento que desafía las convenciones narrativas.

Critica el derroche de esfuerzo intelectual que ha caracterizado al marxismo, especialmente en el contexto de dictaduras violentas, sugiriendo que esos recursos podrían haberse destinado a la creación artística o al avance científico.

Es comprensible que sus reflexiones se centren en autores literarios, a quienes examina por sus rasgos distintivos. Entre ellos se destaca Pessoa, con su ingeniosa idea de los heterónimos, y Pizarnik, cuya actitud final simboliza el agotamiento de su propia trayectoria poética:

También ha leído César Aira con fervor a Lautréamont, Shakespeare, Goethe, Baudelaire, Rimbaud, Proust y Borges. Además, resalta la influencia de Raymond Roussel en su estilo de escritura, aunque posteriormente aclara que existen diferencias significativas entre ambos:

Como en sus homenajes a Roussel o Proust, César Aira se desliza entre la crítica y la ficción con una soltura que desarma cualquier etiqueta.

César Aira, Ideas diversas Raymond Roussel

La escritura, como mencioné anteriormente, forma parte de las anotaciones del autor, y es importante reflexionar que al intentar concebir algo que se considere novedoso, el creador debe abordarlo con una actitud de humildad: “Al escribir, uno evita repetir algo que ya dijeron otros. Al vivir, es inevitable repetir hechos que otros han vivido. Pero al escribir lo que se ha vivido, sobre César Aira critica la sobreabundancia presente en la sociedad de consumo, utilizando la fotografía como un ejemplo pertinente. En la actualidad, las imágenes se capturan constantemente, lo que lleva a una paradoja: “En la era de la imagen nada más devaluado que la imagen. La abundancia devalúa. Y en la sociedad de consumo todo parece abundar”.

César Aira contrapone la verdad a favor de la idea, pero no porque la idea sea una nueva verdad, sino precisamente porque no pretende serlo. Para él, la literatura no debe aspirar a transmitir verdades, sino a jugar con ideas, abrir caminos, explorar sin necesidad de conclusiones cerradas.

En Ideas diversas, César Aira propone una forma de resistencia estética que se aleja de la solemnidad del discurso académico. La idea, en su concepción, no busca imponerse como verdad ni organizar el pensamiento en estructuras rígidas. Al contrario, se presenta como un gesto evanescente, una chispa que activa el lenguaje sin necesidad de clausura. Esta estrategia permite que el texto se mantenga abierto, múltiple, y que cada fragmento funcione como una unidad autónoma que no depende de una tesis central.

Aira convierte la escritura en un espacio de libertad, donde la espontaneidad y el juego tienen más peso que la demostración o la argumentación. En este sentido, su ensayo se inscribe en una tradición que privilegia la intuición sobre el método, y la deriva sobre el sistema.

César Aira opone la idea a la verdad como gesto de resistencia: breve, evanescente, múltiple, siempre en fuga.

Ve la verdad como algo que impone orden, control y rigidez. Es una estructura que fija sentidos y, en ese proceso, empobrece la riqueza del pensamiento libre. La verdad, para él, está relacionada con lo policial, lo judicial, con aparatos que exigen confesiones o pruebas absolutas. Por eso, la considera una forma de violencia simbólica que limita la creatividad y el flujo espontáneo del lenguaje.

Frente a eso, propone la idea como algo más libre, espontáneo y vivo. Las ideas, en su visión, no están sujetas a una lógica de verdad o falsedad: simplemente aparecen, cambian, se superponen o se abandonan. No buscan demostrar nada, sino abrir posibilidades.

La escritura de César Aira se sostiene en el procedimiento más que en el producto. Cada texto es una deriva que rehúye la clausura, una exploración que no busca llegar a una conclusión sino multiplicar los puntos de fuga. En Ideas diversas, esta lógica se intensifica: el autor no corrige, no edita, no busca perfección formal.

Lo que importa es el impulso, la energía que mueve la frase hacia adelante. Esta actitud recuerda a ciertos gestos del arte contemporáneo, donde el proceso creativo se vuelve más relevante que la obra terminada. Aira escribe como quien improvisa, pero con una conciencia aguda de los efectos que produce. Su estilo, aunque aparentemente desordenado, está lleno de decisiones que responden a una ética de la escritura: no predicar, no instruir, no imponer. Solo escribir bien.

César Aira incorpora humor e ironía en numerosas anotaciones a lo largo del libro, lo que añade una dimensión lúdica a su estilo ensayístico. Estas pinceladas de ingenio, que a veces rozan lo absurdo o lo satírico, sirven no solo para aliviar la densidad de ciertas reflexiones, sino también para ofrecer una mirada más aguda y desprejuiciada sobre los temas que aborda. Un buen ejemplo de esta estrategia se puede observar en la siguiente observación:

César Aira presenta una crítica hacia la modernidad, señalando problemas como el aumento de la población, el acelerado ritmo de vida y la intensa competitividad que predominan en nuestra sociedad contemporánea. Aira sostiene que la clave para enfrentar estos desafíos radica en el individuo, destacando la importancia del surgimiento de un individuo autónomo que pueda navegar en este complejo entorno:

César Aira examina la controversia entre la lectura en formato físico y en digital, argumentando que la experiencia con los libros de papel tiene una mayor permanencia: “El libro de papel tiene lugares: tapa, lomo, página par, página impar, ángulo superior derecho o inferior izquierdo… La pantalla del e-reader es un sólo lugar siempre igual, la memoria no tiene puntos de referencia a los que aferrarse”.

Sin embargo, César Aira también observa que los libros leídos en un e-reader durante sus viajes se quedan grabados en su memoria, sugiriendo que los diversos entornos de viaje contribuyen a esta retención: “Pero también noté que algunos libros que había leído en el e-reader los recordaba bien. Eran los que había leído en un viaje. Los cambiantes lugares del viaje habían hecho el truco de la memoria. Y como al e-reader se lo recomienda especialmente para los viajes (¡cien libros en cien gramos de peso!) la desventaja se compensa”.

Ideas diversas es un trabajo que nos muestra cómo el pensamiento puede ser un ejercicio libre, espontáneo y hasta lúdico. A través de breves ensayos y reflexiones, César Aira presenta observaciones sobre el arte, la literatura, la vida cotidiana y la cultura, siempre desde un ángulo inesperado. En cada texto se refleja claramente su manera de pensar: abierta, creativa y poco apegada a las normas tradicionales del pensamiento académico. No se trata de una colección de teorías cerradas ni de tesis concluyentes, sino de un fluir constante de ideas que se arman y desarman al ritmo de la imaginación.

César Aira no busca imponer verdades, sino explorar posibilidades, muchas veces mezclando lo serio con lo absurdo, lo intelectual con lo anecdótico. Su escritura tiene algo de juego, de experimento, de provocación casi involuntaria, como si pensara en voz alta mientras escribe. Esta actitud se transmite al lector, que se ve impulsado a cuestionar sus propias ideas y a ver lo común desde otra perspectiva, más libre y menos condicionada por los marcos rígidos del saber formal.

La lectura de “Ideas diversas” funciona como un laboratorio poético donde lo serio y lo absurdo conviven, revelando que la lucidez no necesita solemnidad para volverse crítica.

La escritura, para César Aira, no es solo un medio expresivo: es una experiencia que se transforma en cada frase. Ideas diversas nos muestra cómo el pensamiento puede ser fugaz y a la vez perdurable, desplegándose en formas que rehúyen la predicación.

Ideas diversas es una obra provocadora, lúcida y abierta que nos invita a pensar sin mapas ni brújulas. No solo expone pensamientos originales, sino que es un ejemplo vivo de cómo el pensamiento puede ser un acto de libertad, una práctica que no necesita justificarse más allá de su propia vitalidad. Leer a Aira en este libro es entrar en un espacio donde las ideas no se encasillan, sino que respiran, cambian y se multiplican, invitando a quien lee a hacer lo mismo.

Leer a César Aira implica aceptar una forma de lectura que se aleja de la expectativa tradicional. No hay tesis, no hay moraleja, no hay estructura narrativa convencional. En Ideas diversas, el lector se convierte en cómplice de una escritura que se mueve por intuiciones, asociaciones libres y observaciones fugaces. Esta relación entre autor y lector se basa en la confianza: Aira no explica, no guía, no subraya.

Deja que cada quien encuentre su propio recorrido entre las ideas que propone. En este sentido, el ensayo funciona como un mapa abierto, donde cada fragmento puede ser una entrada, una salida o una pausa. La lectura se vuelve entonces una experiencia estética, más que intelectual, y el lector se transforma en intérprete activo de una obra que no busca enseñar, sino provocar.

Desde lo mínimo, César Aira ofrece una lectura que inquieta y moviliza. Este gesto editorial, discreto pero intenso, redefine la relación entre autor, lector e idea.

Leer a César Aira es aceptar el riesgo de una literatura que se rehúsa a obedecer, que se reinventa en cada fragmento. Es aceptar el vértigo de una literatura que no busca enseñar, sino desarmar las certezas del lector.

👉 También reseñamos La alegría del momento de Jacques Brosse, una obra de no ficción que, como César Aira Ideas diversas, propone una escritura fragmentaria, contemplativa y provocadora.

César Aira Ideas Diversas