En parte autobiográfica. MacLaren-Ross a la vez que escritor, ejerció diversos trabajos para sobrevivir, desde jardinero a vendedor de aspiradoras, como el protagonista de la novela, Richard Fanshawe.
Con la crisis de los años treinta y el ambiente prebélico de la Segunda Guerra Mundial, de fondo; Fanshawe, regresa a Inglaterra; tras varios años en India como periodista. Aspira a ser escritor; para ello y ganarse la vida, se empleará vendiendo aspiradoras.
La escritura de Maclaren-Ross, con influencia de los escritores americanos que admiraba: Hemingway y John O’Hara; es ágil, de diálogos fluidos y lenguaje cotidiano con un punto de dejadez premeditado y con la ironía como base.
El autor deja constancia de forma veraz, por medio de la narración de Fanshawe en primera persona; del ambiente de miseria donde la gente malvive, que solo dispone de un abrigo, sin ropa debajo; de picaresca, de pensiones con dueñas interesadas, de esposas ociosas adineradas llenas de prejuicios; de rentistas. Una época de incertidumbre y con la amenaza de la guerra en el horizonte.
Junto a este panorama se narra un triangulo amoroso entre Fanshawe, su compañero de trabajo Roper y su mujer Sukie.
Por influencia de Sukie, Fanshawe se convertirá en un lector asiduo de escritores americanos. Roper es entusiasta de Conrad y Fanshawe leerá su narrativa, admirando “El Agente Secreto” y “Bajo la Mirada de Occidente”.
Alemania invadirá Polonia y Roper y Fanshawe se tendrán que alistar.
En un Epílogo, Maclaren-Ross después de tres años de guerra transcurridos nos narrará los cambios de los principales personajes, en consonancia con lo que estaba sucediendo a nivel mundial.
Como fondo musical, es bien apropiada la música de ambiente que emite la radio por aquella época en Inglaterra. Se escuchan canciones de la cantante americana de cabaret, Hildegarde.
Fanshawe nos relata en la pensión:
“Las noticias habían terminado y alguien cambió de emisora: Radio Luxemburgo; cantaba Hildegarde.Cariño, te quiero mucho, no sé que hacer.
Tampoco yo lo sabía. Seguí comiendo. No tenía apetito pero, como la señora Fellows había freído el beicon especialmente para mí, tuve que fingir.”
Fuente de Imagen de Julian Maclaren Ross : Portada libro, Fear and Loathing in Fitzrovia: The Bizarre Life of Julian Maclaren-Ross by Paul Willetts