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Cantando la pena, la pena se olvida…
Lo puro y lo antiguo.«Llaman puro a lo antiguo. Creo que puro es lo que hace un artista con honestidad, con buen gusto, con corazón y por supuesto con las raíces de donde viene. Lo otro no es pureza. Que un chaval cante hoy como lo hacía el Nitri hace 50 años, eso no es puro, eso es falso.”
“La pureza no se puede perder nunca, cuando uno la lleve dentro de verdad.”
(Camarón de la Isla)
El flamenco es la celebración de la energía, la expresión de la alegría dionisíaca, de la que nos habla Nietzsche en su obra El nacimiento de la tragedia desde el espíritu de la música.
El flamenco reactualiza la esencia de lo trágico en una estética que acepta e integra al devenir, el caos, las fuerzas de la desmesura (hybris) y de la muerte (tánatos).
Nietzsche reivindica contra el pathos de la pesadumbre, al Dionisos heroico, afirmador, que baila y canta. (Cf. Juan Pablo E. Esperón, Nietzsche, Dionisos y la tragedia)
Dionisos baila y canta, es la afirmación de todo, alegría y dolor, incluso del más áspero sufrimiento.
El flamenco es una estética de sabiduría trágica y antigua – y ahí hay un pensamiento, que es el sentimiento flamenco del mundo.
Gris, querido amigo, es toda teoría, y verde, el árbol de oro de la vida.(Goethe)
El flamenco no cabe en er papé
El flamenco no se aprende en escuelas de música, no se toca con partituras. ¿Como transcribir un lamento, un quejío, la enjundia, el desgarro?
“El flamenco se aprende con la gente del flamenco, es una cultura que no se puede aprender en los libros, pero que importa al menos tanto como los libros.”(Paco de Lucía, Discurso Honoris Causa de la UCA, Universidad de Cádiz.)
El cante y la guitarra
Lorca en su conferencia sobre el tema Arquitectura del cante jondo decía que la guitarra ha occidentalizado el cante, pero el cante orientalizó la guitarra:
Los gitanos al venir a España, unieron a los elementos nativos, el viejísimo elemento indio, con lo que establecieron la base del cante jondo.
El cante gitano expresa la queja y el dolor porque esa es su razón de ser, porque el dolor y la pena fueron el manantial puro del que sus creadores bebieron para poder exteriorizar un sentimiento que se ahogaba en el silencio y la impotencia.
