Aprovechando que el día del libro está próximo, dejo constancia de un libro remarcable leído recientemente: Ordesa de Manuel Vilas, editado este mismo año.
Tras la muerte de su padre primero, y nueve años después, en 2014, su madre; Manuel Vilas se plantea la necesidad de escribir acerca de la vida en torno a sus progenitores, su familia y sus recuerdos junto a ellos y el modo que afecta al presente y al futuro; sin ellos.
Tiene la necesidad de expresar toda una serie de vivencias y reflexiones, que afectan a temas universales sobre la vida, el paso del tiempo y principalmente, la muerte.
En breves capítulos que avanzan y retroceden, él mismo dice que ha heredado de su madre una escritura caótica, como era ella; va narrando estampas que a veces aparecen como impresiones difusas desde su niñez en Barbastro. Recuerda los momentos felices de finales de los años sesenta y primeros setenta, cuando a su padre, viajante de comercio de telas textiles, le iba bien en el trabajo. Su primera vista de Ordesa, la montaña que hace referencia al título, cuando gracias al pinchazo del Seat 850 de su padre, se dio cuenta de la magnitud de la naturaleza, observando por primera vez la montaña.
Nos habla de su padre como un héroe, con su carácter reservado, de la coquetería de su madre, de parientes; de sus hijos, de él mismo. A todos asigna un nombre melómano: Bach, su padre; Wagner, su madre; sus hijos Bra (Brahms) y Valdi (Vivaldi), tíos Monteverdi, Rachmaninov, María Callas, etc.
Manuel es muy crítico consigo mismo, se culpa de no haber prestado más atención a sus padres, cuando a raíz de su marcha a Zaragoza se alejó de ellos. Su madre, le reprocha su desinterés por ella diciéndole que “ojala sus hijos le traten igual que él a ella”. Vilas se da cuenta de que esa sentencia de su madre le está ocurriendo a él con sus hijos con los que apenas tiene contacto. El autor se desnuda asimismo, confiesa su alcoholismo, su separación, su vida errática. Vilas, también poeta, cierra el libro con una serie de poemas que a modo de resumen, reflejan lo narrado en el libro.
Como inicio del libro, Vilas incluye unos versos de la letra de la canción de Violeta Parra “Gracias a la vida”, cuyo vídeo incluyo.
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