Como sugerencias de escucha de este inicio de 2024, nada mejor que el excelente tributo que BBE Music rinde a Flora Purim y Airto Moreira, por sus sesenta años en la música. Ambos aportaron mayor riqueza a la Bossa Nova, abriéndose a las vanguardias.
Airto & Flora – A celebration: 60 years – Sounds, dreams & other stories (BBE Music, 2023) ⬈
Flora Purim: voz; Airto Moreira: batería, percusión y voz. (Compiled by Straight No Chaser editor/publisher Paul Bradshaw & Totally Wired Radio presenter Roberta Cutolo).
Poco que decir de dos intérpretes brasileños tan reconocidos como Flora Purim y Airto Moreira. Flora creció en un ambiente predominantemente musical, con un padre violinista y una madre pianista. Aunque dentro de la órbita clásica, a su madre le gustaba el jazz y compraba discos y los interpretaba al piano. De esta manera, Flora escuchaba a Dinah Washington y Billie Holiday, pero también a pianistas como Bill Evans, Oscar Peterson o Erroll Garner. Todo ese bagaje jazzístico, más tarde, tendría gran influencia en su música. Su primer disco lo grabó en 1964 y ahí la bossa nova dominaba la grabación. Sería la cantante de Quarteto Novo, donde se encontraban Hermeto Pascoal y Airto Moreira. Flora aportará nueva energía y formas a la Bossa nova, constituyendo un relevo consecuente a la languidez que aportaba Astrud Gilberto. Por su parte, Airto Moreira, comenzó tempranamente su interés por la música y con poco más de trece años, comenzó a intervenir de modo profesional. Sus primeras grabaciones, también de 1964 como las de Flora, serán con las formaciones Sambrasa Trio y Sambalanço Trio, y poco más tarde, en 1967 con Quarteto Novo, junto a Hermeto y Flora. Aunque es un versado músico multiinstrumentista, ha desarrollado mayormente su arte en la batería y las percusiones.
Flora y Airto se conocen en 1965 y comienzan a colaborar musicalmente. Poco después se casan, continuando juntos en la actualidad. Tuvieron una niña, Diana, en 1971. El golpe militar en Brasil en 1964, provoca la salida de los dos músicos en 1967, hacia Estados Unidos. Allí perfeccionarán sus estudios musicales, además de contagiarse por el jazz que se desarrollaba por aquellos años, permitiéndoles colaborar con prestigiosos músicos de vanguardia. La maestría en la percusión de Airto y la formación clásica de Flora y su participación en el movimiento underground de Bossa Nova, crearon una mezcla de sonidos muy reconocible. Tanto Flora como Airto, han colaborado con una extensa nómina de grandes maestros: Miles Davis, Chick Corea, Hermeto Pascoal, Dizzy Gillespie, Thelonius Monk, Cannonball Adderley, Joe Henderson, Jaco Pastorius, Stanley Clarke, Miroslav Vitous…
Para conmemorar los 60 años transcurridos desde sus inicios allá por el 64, BBE Music, lanza un amplio recopilatorio, tanto en vinilo, integrado por cinco Lp’s, como en disco compacto, compuesto de tres cd’s, y en digital; en los que se hace un repaso exhaustivo de las trayectorias individuales y colaboraciones entre los dos músicos. Podremos escuchar de esta manera una amalgama de sonidos representativos a lo largo de las seis décadas, con diferentes estilos fluctuantes: Bossa nova, Samba, Jazz Fusion, Vocal Jazz, Latin Jazz, Funk o Jazz-Rock. Un tributo merecido a dos músicos fundamentales en el devenir de la música brasileña.
Hiram Salsano – Bucolica (Hiram Salsano, 2023) ⬈
Hiram Salsano: composizione voce, loop vocali, tamburi a cornice, castagnette; Catello Gargiulo: fisarmonica, marranzani, voce, flauto armonico, tamburi a cornice; Gianluca Zammarelli: chitarra battente, ciaramella, zampogna; Mario Pivetta: batteria; Peppe Frana: oud
Recupero de 2023, el extraordinario disco de la folclorista italiana, Hiram Salsano. Nacida en Agropoli, ciudad de la provincia de Salerno, en Campania, en 1988. Vive en las laderas de las montañas de Alburni, en Castelcivita, un pueblo de Cilento, en Campania. Estudió en la Universidad libre de Dornach (Suiza), Euritmia, en el Eurythmeum Zuccoli, teniendo a grandes maestros en la materia como V. Barfod, A. Ehrlich, M. Hitsch, M. Solstad. Estudia las danzas y la música tradicional del sur de Italia, centrándose en Campania. Es también investigadora etnográfica independiente, con atención a la tradición oral del sur de Italia y las dos áreas específicas de Campania: las montañas Lattari y las montañas Alburni. Realiza talleres en Europa de danzas tradicionales del sur de Italia. Toca y canta en varios conjuntos de música tradicional y participa en diversos eventos y manifestaciones en Francia, Bélgica, Alemania, España e Italia. Trabaja experimentalmente la voz como instrumento y toca tambores del sur de Italia (tammorra y pandereta). Tiene varios premios por su comprometida labor.
“Bucolica” es su primer álbum, merecidamente destacado por la crítica especializada. Hiram habla sobre lo que quiere expresar en el disco, “Bucolica es una dimensión sonora que parte del campo y de la tradición oral del sur de Italia, a través de canciones arcaicas, donadas a lo contemporáneo. Una transmisión de recuerdos, que trata de revivir con una necesidad fuertemente actual. Rocas, briznas de hierba, mirto y lentisco; Quiero perderme y encontrarme entre estos elementos”.
“Otreviva”, es una tarantela que da comienzo al disco con sonidos campestres de cantos de pájaros y animales, y la voz de Hiram en bucle. Es una canción de amor, cortejo, pero también de amistad. En “Angiolina”, canción tradicional cantada por el hombre a su amada, Hiram subvierte los términos, siendo la mujer la que ocupe el papel principal y que pueda ser la dueña de su propio destino. “Tàranta” es la canción que se ha lanzado como videoclip. Muy querida por Hiram, porque se la cantaba su abuelo, la define como “Una canción infantil sin sentido, cantada, combinada con trabalenguas, se utilizaba para enseñar nuevas palabras a los niños y para hacerlos competentes en el lenguaje, así como para entretenerlos”. “Padrone” es un tema de protesta por la explotación del obrero. En “Cicci”, predomina el ejercicio vocal en la primera parte, para introducir el tambor, la pandereta y el arpa de boca, en el segundo tramo de la canción. “Mare e Arena” es un tema amoroso en el que Hiram reúne los tradicionales strambotti (chistes). La introducción de la canción aporta las claves, “Como las olas del mar aletean, de la misma manera los corazones de los amantes aletean”. El contrapunto de la voz de Gargiulo a la de Hiram en “Tradere”, es impresionante, con el arpa de boca predominante. Para Hiram la tradición tiene raíces muy profundas basadas en las necesidades humanas. Necesidades que cambian con el tiempo. La sensibilidad del individuo ofrece una expresión que a su vez traiciona la fuente pero prevalece la memoria, como canta en la canción, “Tradire e dadire, tradire e fa” (Traicionar y dar, traicionar y hacer), per. Sobre los deseos versa la tarantela, “Vulesse”. En ella la voz de Hiram se apoya en el acordeón de Catello, los drones y la zampogna de Gianluca. Cierra el disco “Nonna nonna”, una canción infantil que cantaba la abuela a Hiram, donde el dron inicial y el laúd árabe apoyan la voz de la cantante.
Catello Gargiulo, es su compañero de vida y folclórico, fundamental en su proyecto. Excelente multiinstrumentista aportando su maestría en el disco, sin olvidar la labor del resto de componentes, como Gianluca Zammarelli, multiinstrumentista e investigador. Hiram, además de aportar su conocimiento de los instrumentos percusivos, sobresale por su espléndida voz, casi sobrehumana por momentos. Se aprecia que ha explorado intensamente su capacidad en la voz, extrayendo todos los matices posibles, y como ella misma afirma, asemejando su canto a un instrumento más. Impresionante debut.
1. Five Minutes (Gretchen Peters) 2. Sailing (Gavin Sutherland, Iain Sutherland) 3. My Valentine (Paul McCartney) 4. We Kiss In A Shadow (Oscar Hammerstein II/Richard Rodgers) 5. Wild Horses (Mick Jagger/Keith Richards) 6. Thank You Lord (Bill Fay) 7. Why Worry (Mark Knopfler) 8. Little Person (Jon Brion) 9. Narrow Daylight (Diana Krall/Elvis Costello).
Inger Marie Gundersen: vocals; Espen Lind: guitar, keyboards, backing vocals; Torjus Vierli: piano, organ, keyboards; Tom Frode Tveita: bass; Martin Windstad: drums, percussion; Kristian Frostad: pedal Steel Guitar, lap Steel Guitar, guitar; Erlend Viken: fiddle; Tore Johansen: trumpet; Espen Lind: producer.
Inger Marie Gundersen, más conocida como Inger Marie, nació en la pequeña ciudad de Arendal, en la costa sur de Noruega, en 1957. Creció como hija única con sus padres en un ambiente tranquilo, cerca de la naturaleza, naturaleza que con el tiempo adquirirá gran importancia en su manera de vivir. Desde pequeña se sintió atraída por la música, quizás por influencia de su padre que tocaba la guitarra y también cantaba, pudiéndolo escuchar de pequeña en casa a menudo. Consiguió licenciatura en Salud y Trabajo Social, pero estaba convencida de que su camino era la música. Comenzó como vocalista en varios grupos, primero en una banda de rock, más tarde se fue decantando ya por el jazz, siendo la voz principal de una Big band en la que estuvo seis años, hasta pasar después a liderar su propio quinteto de jazz, My Favorite Strings. Ha colaborado con importantes músicos de la escena nórdica, como los guitarristas suecos Ulf Wakenius y Georg Wadenius, el pianista también sueco, Lars Jansson, el trompetista noruego Mathias Eick, el trompetista noruego Per Willy Aaserud, el contrabajista de jazz danés Jesper Bodilsen o el baterista danés Morten Lund, entre otros. En solitario no se decidió hasta estar bien segura y su primer disco fue lanzado en 2004. A partir de ahí ha ido grabando discos intermitentemente.
“Five minutes” es su sexto disco, después de cinco años del anterior, “Feels Like Home”, y una pandemia de por medio. Se asoció al reputado productor noruego, Espen Lind, también multiinstrumentista y compositor. Espen también interviene como músico en el disco. El disco se compone de nueve canciones, todas versiones. Inger y Espen han escogido minuciosamente el repertorio de canciones del trabajo, que ella misma define como “nueve pequeñas historias sobre grandes cosas”. Las canciones y sus compositores las he dejado en la parte superior. Inger con su cálida voz, susurrante en ocasiones (recordando al inmortal Chet Baker), hace suyas las canciones y es que imprime un sello tan personal que varia totalmente la canción original pero a la vez conserva su esencia. Para conseguirlo, evidentemente gracias a su talento, hay que poner en valor los arreglos de las versiones, adaptando la música a la perfección para arropar el especial timbre sonoro de la cantante, dando lugar a una atmósfera mágica. Los instrumentos están aplicados de manera inteligente a lo que cada tema demanda y se puede escuchar sobresaliendo un piano o un pedal o lap steel, un violín, una guitarra, un órgano o esa extraordinaria trompeta con sordina que se deja escuchar en “Wild Horses”, la extraordinaria canción de The Rolling Stones. Impecable trabajo cuya música melancólica y lánguida, se presta a ser degustada con calma en el hogar en días lluviosos y gélidos.
Petroloukas Chalkias (clarinete), Vasilis Kostas (laúd), Kostas Tzimas (voz), Thanasis Vollas (laúd), Petros Papageorgiou (percusión), Vangelis Koumtzis (violín).
Coincidiendo con la primera parte del artículo que he dedicado al escritor griego, Kavafis, propongo la escucha de un formidable disco del dúo de músicos griegos, Petroloukas Chalkias y Vasilis Kostas, quienes lanzaron a finales de octubre del año pasado el disco “The soul of Epirus Vol. II”, excelente continuación de su primer trabajo.
Vamos a informarnos un poco más en torno a ellos. Petroloukas Chalkias nació en Delvinaki (Ioannina), Grecia. Es un veteranísimo clarinetista a punto de cumplir 90 años (en julio). Comenzó a tocar el clarinete con 11 años, a pesar de las reticencias de su padre Pericles, uno de los mejores intérpretes de clarinete en Grecia. Petroloukas tuvo como maestro al reconocido clarinetista, Filippas Rountas. Se fue a Atenas y allí tocó junto a su padre en diferentes actuaciones y en grabaciones radiofónicas. En 1960 emigró a Estados Unidos, difundiendo la música griega durante veinte años, hasta su regreso a Atenas en 1979. Desde ahí continúa su labor en la actualidad. Sobra decir que además de un buen número de trabajos a su nombre, ha colaborado con grandes músicos, participado en conciertos selectos y ha sido premiado y homenajeado en diversas ocasiones.
Por su parte, Vasilis Kostas nació en Ioannina en Epirus, Grecia, en 1991. Es un músico experto en el laúd. Se graduó con una maestría del Berklee Global Jazz Institute en Boston, donde estudió con una beca completa después de recibir su diploma del programa de pregrado del Berklee College of Music. Además, tiene un diploma del Conservatorio Philippos Nakas y una licenciatura en Filosofía y Pedagogía de la Universidad Aristóteles de Tesalónica, Grecia. Ha vivido en Boston durante varios años y vuelve con asiduidad. Actualmente reside en Grecia e imparte clases de laúd en la Universidad de Macedonia. Es miembro de ‘Global Messengers’, grupo del reconocido pianista panameño, Danilo Pérez. Ha actuado en el Carnegie Hall, y en selectos festivales de jazz y folk, como el Festival Internacional de Jazz de Montreal, el Festival de Jazz de Panamá, o el WOMEX, entre otros. Ha compartido escenario con selectos músicos como Simon Shaheen, Tigran Hamasyan, Antonio Serrano, Christos Zotos…
Petroloukas Chalkias y Vasilis Kostas se conocieron en 2015 en Boston y planearon su futura colaboración, fructificando con el trabajo de 2019, “The soul of Epirus”, trabajo ampliamente reconocido por el sector crítico. La continuación se ha llevado a efecto en 2023, con el trabajo, “The soul of Epirus Vol. II”. Su primer trabajo se basaba en la labor realizada por el gran clarinetista de Epirus, Kitsos Harisiadis, en la década de 1920-30. Se proponen continuar explorando esa línea marcada por el maestro, pero contribuyendo por un lado la veteranía de otro maestro del clarinete, Petroloukas Chalkias, gran conocedor de la música de Epirus y el aporte más joven e innovador de Vasilis Kostas, quien imprime el toque sutil del folk y ciertas pinceladas jazz a su manera de interpretar con el laúd. A la excelente interpretación de los dos músicos hay que poner en valor la colaboración de destacados instrumentistas y del cantante y divulgador de las canciones de Epirus, Kostas Tzimas. ¡Feliz escucha!
Si os ha gustado, también podéis escuchar el primer volumen, “The soul of Epirus”.
Germa Adan – Producer, arranger, composer and songwriter. Track 1-12: lead and backing vocals, String parts (violin), Acoustic Guitar, Synthesiser/keyboard (tracks 1,5,& 7) and hand percussion (track 5); Duncan Thornley – Co-producer track 1-12, Synthesiser/keyboard (1,5, 6 and 11) and hand percussion (11); Xhosa Cole – Track 3 and 11: flute, saxophone and vocalisation; Kadialy Kouyate – Kora (Track 5 and 12) and voice (12); Sam Davies – Track 2 and 3: Rhodes piano and Synthesiser/keyboard; Twm Dylan – Track 1-4 and 11: double bass and electric bass; Jonno Gaze – Track 2-4: drum kit and percussion; David Austin Grey – Rhodes piano and co-producer (track 1), co-arranger for track 11 melody; Euan Palmer – Drum kit ( Track 1).
Germa Adan nació en Les Cayes, Haití. Vivió en Estados Unidos y actualmente reside en Birmingham, Reino Unido. Tiene estudios superiores de Conservatorio y universitarios de violín clásico. El violín, por tanto, es un fiel acompañante de su voz. Su vida de emigrante necesariamente tiene que influir en su música y ya en su primer álbum, de 2017, “Kenbe Fem” (Hold Firm), ella lo reflejaba, de alguna manera. Seis años han transcurrido para que de nuevo Germa Adan, se decidiera a realizar un nuevo trabajo, “Borderlines & Bloodlines”.
Hasta grabar su nuevo disco, perfeccionó sus estudios y tras ello, las dudas e indecisiones para seguir su camino se hicieron latentes. Escuchar a la gran cantautora Odetta Holmes más su retorno a sus raíces haitianas, confirmaron su nuevo rumbo, pero ella nos lo explica mejor, “Al concluir mis estudios universitarios, me embarqué en una profunda contemplación de mi propia identidad. Acababa de salir del crisol de la formación intensiva en violín clásico, y me encontré a la deriva en los mares orquestales, incapaz de atar mi espíritu musical a un género o modo singular. La cadencia hipnótica de la kora, el vaivén rítmico del bluegrass y el encanto de los caminos inexplorados en la música continuaron llamándome. Al culminar mis actividades académicas, profundicé en la vida y la obra musical de Odetta Holmes, lo que posteriormente encendió un ardiente anhelo de explorar las tradiciones arraigadas en mi linaje haitiano. Aferré a mi corazón los legados literarios de luminarias haitianas como Frantz Casseus, Manno Carlomagno y Toto Bissainthe, mientras que las obras literarias de los eruditos haitianos Emmanuel W. Vedrine y Pierre-Richard Narcisse asumieron la forma de melodías cadenciosas dentro de mi conciencia. A medida que me sumergía en las expresiones escritas y grabadas de mi herencia, surgió una conciencia inquietante: la sensación de saber mucho y, sin embargo, muy poco sobre las complejidades de mi linaje. Mi herencia haitiana albergaba un tesoro de costumbres, aforismos y rituales que durante mucho tiempo habían despertado mi curiosidad, pero que habían permanecido envueltos en el misterio. Las preguntas sobre la esencia de mi ser, las motivaciones que impulsan mis acciones y los orígenes de mi fluidez en criollo haitiano pesaron mucho en mi conciencia. Nuestra cultura haitiana es testigo de un tapiz tejido a partir de los complejos hilos de la historia, una historia que abarca la colonización, la esclavitud y el desplazamiento de los pueblos indígenas caribeños, y la diáspora de grupos étnicos africanos a la isla de La Española, entre otros eventos devastadores. Impulsada por un insaciable deseo de autoconocimiento, me embarqué en el viaje de exploración ancestral, sumergiéndome de lleno en el proceso catártico y liberador. Me he afirmado a través de este proceso de autodescubrimiento y de las obras musicales que naturalmente brotaron del autoconocimiento y la permisión. La canción que da título a este álbum, ‘Borderlines & Bloodlines’, sirve como un locus temático para mi introspección. Su letra comienza con la conmovedora pregunta: “Tengo límites en mis líneas de sangre… ¿Qué he dejado atrás?’. Esta pregunta sirve como la estrella polar que guía la odisea a lo largo del álbum, una que refleja mi propia búsqueda autobiográfica. Si bien la respuesta final a esta pregunta sigue siendo difícil de alcanzar, me inspiro en los espíritus perdurables de mis antepasados, así como en la resistencia indomable, la riqueza cultural y la belleza perdurable de individuos como yo, almas inflexibles que desafían la compartimentación a raíz de un pasado tumultuoso”.
A Germa le gusta cuidar las letras de sus canciones para poder plasmar su firme conciencia social, su búsqueda de identidad, sus problemas y preocupaciones como mujer, como exiliada, así como el de las gentes de su lugar de origen. Buena parte de las letras de canciones son suyas, pero en otras, se ha apoyado en poetas haitianos como Jean-Pierre Richard Narcisse y Emmanuel W. Vedrine; en el intérprete y político haitiano, Manno Charlemagne; en la escritora afroamericana combativa Audre Lorde y en el escritor de literatura infantil estadounidense, Maurice Sendak. La misma Germa nos explica la idea fundamental de cada tema. Las canciones en las que no indico el autor, corresponden a Germa Adan. (1) Je Yo (Their Eyes), es una oda a los ojos de mis antepasados y todo lo que han presenciado. (2) Renn Chantrèl (Singing Queen), la letra es el poema del poeta Jean-Pierre Richard Narcisse, “Renn chantrel kote-ou? / si van vini l’a karese-w / si jou vini l’a kouwonnen-w / swazo soley a ba ou zèl / vin ede nou chante”. (Reina del canto, ¿dónde estás? / si viene el viento, te acariciará / Si la luz del día, te coronará / La golondrina soleada te dará alas / ven ayúdanos a cantar). (3) Borderlines & Bloodlines (feat. Xhosa Cole)es la canción que da título al disco, nos cuenta Germa que los hallazgos de ascendencia y Adn, la llevan a una exploración de la identidad y la pertenencia. “I’ve got borderlines / in my Bloodlines mmmm hmm mmm / what have I left behind / Eske ce youn kote parent mwen abite, ou youn kote zansèt yo asanble, / eske cest tout istwa-k passe anba tout pye-n, / of the things all gone by”. (Tengo límites / en mis líneas de sangre mmmm hmm mmm / ¿Qué he dejado atrás? / ¿Es aquel donde viven mis padres, o aquel donde se reúnen los antepasados? / ¿Son todas las historias que pasan bajo nuestros pies? / de todas las cosas pasadas.). (4) Umbrella Man es una canción inspirada en crecer en Haití y entrar y observar el comportamiento humano en los mercados y crecer escuchando la narración tradicional que a menudo tiene un tema general; esta canción trata sobre un hombre que vende paraguas en los días soleados y está molesto por no hacer ninguna venta. (5) The Journey Song (feat. Kadialy Kouyate) es una canción inspirada en una tradición familiar de despedir a uno con palabras positivas de bendición antes de embarcarse en un viaje. (6) Turn turn turn gira en torno a los episodios de discriminación racial y brutalidad policial. Está inspirada también en un incidente personal. (7) Give me a little light, tiene un arreglo de ‘Banm Youn Ti Limye’ de Manno Charlemagne entrelazado con el reflejo de Eric Garner y las últimas palabras de George Floyd, ‘I cannot breathe’. (8) Wildflower está basada en el poema de Emmanuel W. Vedrine, “Fleur sauvage”. “Comme une terre altérée / Soupire après l’eau du ciel, / Tu es la rosée / Qui peut l’arroser. / Comme un chameau assoiffé / Parcourant des kilomètres dans un desert, / Tu es l’oasis / Où il peut se désaltérer”. (Como una tierra erosionada / Suspira por el agua del cielo, / Tú eres el rocío que puede regarla. / Como un camello sediento / que viaja kilómetros a través de un desierto, / Tú eres el oasis donde puede saciar su sed.). (9) The Women of Dan tiene la letra del poema de Audre Lorde, “The Women of Dan Dance with Swords in Their Hands”. “I come like a woman / who I am / spreading out through nights / laughter and promise / and dark heat / warming whatever I touch / that is living / consuming / only / what is already dead”. (Vengo como una mujer / que voy / extendiendo a través de las noches, / risas, promesas / y calor oscuro, / calentando todo lo que toco, / que está vivo, / consumiendo / sólo / lo que está ya muerto.). (10) Mountain Song es una canción inspirada en el deseo de la diáspora de regresar y conectarse con Haití y el deseo de regresar a lo que se siente sano y puro. También se inspira en la llamada perpetua a volver al “hogar” donde sea y sea lo que sea, y en última instancia, el retorno a la sensación de hogar dentro de uno mismo. “Roll over these mountains Take me home / I no longer need your fastpaced world / Purge me in the river wash my soul / Away with my burdens, away with my woes”. (Rueda sobre estas montañas. Llévame a casa / Ya no necesito tu mundo acelerado. / Purifícame en el río. Lava mi alma / Fuera mis cargas, lejos mis penas.). (11) Where the wild things are (feat. Xhosa Cole). La letra es de Maurice Sendak tomada de su libro infantil “Where the Wild Things Are”. Lo ilimitado y la libertad, la delgada línea entre la inocencia y la bestialidad, así como el amor. (12) Souvni es la canción con el mismo nombre que el poema de Emmanuel W. Vedrine. Un poema sobre la nostalgia del amor perdido, sobre promesas rotas. “Premye randevou nou / jan ou te damou pou mwen / Men kounyeya, ou prale / ou fè kòmsi m pa t egziste / Ou gen entansyon kite m // Mwen sonje ou te di / ke w ap toujou avè m // mwen swete ou bòn chans / men yon jou w a retounen / nan sous mwen an / pou koupe swaf ou” (Nuestra primera cita / cómo me amabas / Pero ahora te vas / pretendes que no existo / Tienes la intención de dejarme // Recuerdo que dijiste / que siempre estarías conmigo // Te deseo buena suerte / pero sé que un día volverás / a calmar tu sed / en mi manantial).
En esta nueva aventura publicada a finales del año pasado, acompañan a Germa un selecto grupo de músicos, entre ellos el virtuoso músico senegalés, Kadialy Kouyate, que con sus voces y el toque de la kora, aportan sonidos enriquecedores a la preciosa y sugerente voz de Germa. No hay que olvidar la participación de Xhosa Cole, un talento joven en saxo y flauta. Se aprecia enormemente la evolución de su anterior disco y parece que Germa ha sido bendecida por los dioses de sus ancestros haitianos, porque el disco destila pura belleza. Emulando la letra del poema “Fleur Sauvage”, del poeta haitiano Emmanuel W. Vedrine, el disco de Germa Adan supone “un oasis donde calmar tu sed”.
Randy Napoleon – guitar; Aubrey Johnson – voice; Rick Roe – piano; Rodney Whitaker – bass (2,3,6,8,9); Lucas Lafave – bass (1,4,5,7); Quincy Davis – drums; Anthony Stanco – trumpet (2,3,4,8,9); Walter Blanding – tenor saxophone (2,3,4,8,9); Andrew Kim – trombone (2,3,4,8,9). All music composed by Gregg Hill. Arranged by Randy Napoleon. (1) Lyrics by Randy Napoleon & Aubrey Johnson. (4,8) Lyrics by Randy Napoleon.
Randy Napoleon nació en Brooklyn (Nueva York) en 1978, pero cuando era joven su familia se mudó a Ann Arbor, Michigan. Su formación musical tuvo lugar en la Pioneer High School, la Community High School y la Escuela de Música de la Universidad de Michigan, donde actualmente es profesor asociado de jazz. Inicialmente, estudió violín hasta que descubrió la guitarra, de la cual se enamoró. Un momento crucial para él fue su aprendizaje en la Big band de la Pioneer High School, dirigida por el trompetista Louis Smith. Para practicar, tocaba en clubes de jazz y en las jam sessions del Bird of Paradise Club, en Ann Arbor. En 1999, después de graduarse en la universidad, se mudó a Nueva York. En 2002, debutó con su álbum “Enjoy the Moment” junto al organista Jared Gold y el baterista Quincy Davis. En 2006, los tres músicos colaboraron en “Between Friends”, un álbum en formato trío, pero en algunas canciones también participó el pianista Benny Green, con quien ha trabajado en numerosas ocasiones, al igual que con The Clayton-Hamilton Jazz Orchestra, Michael Bublé y trece años con Freddy Cole. Además, ha actuado con diversos músicos del mundo del jazz como Bill Charlap, Natalie Cole, Monty Alexander, Rodney Whitaker y John Pizzarelli. Ha tenido presentaciones en lugares selectos como el Royal Albert Hall, la Ópera de Sídney, el Hollywood Bowl y el Lincoln Center.
Desde 2010, Randy ha grabado varios discos más y en 2022 se aventuró por primera vez en las composiciones del veterano compositor de jazz de Michigan, Gregg Hill, en el álbum “Puppets: The Music of Gregg Hill”. La experiencia fue tan agradable y recibió tan buenas críticas que, en este 2024, ha vuelto a colaborar con Gregg Hill en el álbum “The Door Is Open: The Music Of Gregg Hill”. Si todo funcionaba en su disco anterior, los principales miembros no debían ser cambiados. Por lo tanto, Aubrey Johnson sigue siendo la cantante, cuya voz versátil emplea de dos formas distintas: ya sea cantando la letra o tarareando o emitiendo sonidos que actúan como un instrumento adicional, en perfecta sintonía con los metales, la sección rítmica o la guitarra de Randy, según sea el caso. Rick Roe, veterano pianista que ganó el Great American Jazz Piano Competition en 1994, entre otros premios, es otra pieza clave, brinda un apoyo constante en las canciones y sus solos atesoran la impronta de los grandes pianistas. Repite Quincy Davis, baterista formidable y profesor, que ha acompañado a destacados artistas de jazz como Cecil McLorin-Salvant, Russell Malone, Eric Reed, Paquito D’Rivera, entre otros. Otro pilar es Rodney Whitaker, contrabajista y profesor reconocido, con numerosos trabajos a su nombre. Durante siete años formó parte del Septeto del gran trompetista Wynton Marsalis y ha tocado con intérpretes importantes como Pat Metheny, Cassandra Wilson, Diana Krall o Chick Corea, por mencionar algunos. Rodney toca en algunas canciones, alternando con el joven contrabajista de Michigan, Lucas Lafave, como nueva incorporación. En la sección de vientos, Randy ha reemplazado el clarinete y la flauta de Seth Ebersole (que en su disco anterior funcionó muy bien), para ofrecer otro enfoque con más presencia de la sección de vientos, gracias a la incorporación de la trompeta de Anthony Stanco, del saxofón tenor de Walter Blanding y del trombón de Andrew Kim. Por último, tenemos a los dos grandes protagonistas: Randy Napoleon. de quien el maestro George Benson (a quien hay que escuchar en la etapa de los sesenta y setenta, anterior a la comercial), habla de manera tan elogiosa, integra en el disco sabiamente su querencia de jazz clásico con el jazz contemporáneo, donde su guitarra es capaz de expresar sutilmente la esencia de las composiciones de Gregg Hill, quien es el otro gran protagonista por derecho propio. Se trata de un jazz elegante que invita a disfrutar y a descubrir todos los matices ocultos en cada escucha repetida.
Por si queréis ver el vídeo en directo de una actuación de George Benson en sus mejores tiempos, en el Festival de Newport de 1966, os lo dejo por aquí:
1. Tangos del Sacromonte 2. Nina 3. Punta y tacón (farruca) 4. El collarcico de oro 5. La Maleno (bulerías) 6. Don Juan (taranta) 7. Vaivén (rumba) 8. Saeta folias y alegrías 9. Influencias.
Lorenzo Moya: piano; Kostan González: bajo eléctrico 1, 2, 4, 5, 7, 8, 9; Bandolero: percusiones: 1, 2, 4, 5, 7, 8, 9;
Colaboraciones: Jorge Pardo: flauta, 1; María de la Flor: voz, 4; Antonio Serrano: armónica, 4, 6, 8; Imanol García: violín, 4, 5, 8; Juan José Suarez “Paquete”: guitarra flamenca, 7; Pedro Luis García Casarrubios: saxos, 7, 9; Rafita de Madrid: cante, 7; Manuel Machado: trompeta, 9.
Lorenzo Moya es un veterano pianista procedente de Villanueva de los Infantes, Ciudad Real. Además del Título Superior de piano por el Real Conservatorio de Música de Madrid, tiene el Título Superior de Composición y el de Director de Orquesta. Desde 1992, también se desempeña como profesor catedrático de piano, por oposición, en el Conservatorio Superior en el que estudió. En su labor de intérprete, lo mismo actúa como solista que formando parte de agrupaciones u orquestas de estilo clásico, como la Orquesta Filarmónica de la Mancha o la Orquesta Nacional de España. No sólo ha tocado en la especialidad de clásica sino en música antigua, contemporánea, música popular o jazz. Ha realizado conciertos de cámara con formaciones de diferentes estilos como el cuarteto de saxos Fusax, la Orquesta Camerata Musicalis, la Fundación Sax-Ensemble, el Artis Camera dúo, la Ensemblanza, los Coros Lux Aeternae, Andrómeda y Coro Gospel y música moderna UCM. Suele acompañar a solistas como Maristela Gruber, Idoris Duarte, Manuel Blanco, “Concierto Lírico”, etc. Hay que destacar su labor en composición, en obras para piano, cámara, banda y orquesta. Actúa en numerosos clubs en España y en diferentes festivales nacionales e internacionales. Ha compartido escenario con intérpretes y músicos reconocidos, como Antonio Serrano, Carlos Carli, Yelsy Heredia, Manuel Machado, Amancio Prada o Pedro Iturralde, por citar algunos.
Lorenzo Moya con su proyecto Flamenco Trío ha lanzado recientemente un extraordinario disco donde prima el flamenco, en diversos palos, con una mezcla de jazz o clásica, sumamente atrayente. Lorenzo acomete todas las pistas al piano, alguna en solitario, donde nos muestra su maestría a las teclas, como en “Punta y tacón”, una farruca, composición de Sabicas o la taranta “Don Juan”, con la compañía de la armónica de Antonio Serrano. El trío lo componen Kostan González, en el bajo eléctrico y Bandolero, en las percusiones. Dos músicos de amplia trayectoria. Las colaboraciones en el disco son igualmente notables, con artistas como Jorge Pardo, quien aporta su flauta a los tangos flamencos que abren el álbum, el mencionado Antonio Serrano, un excelente armonicista que podemos escuchar en tres piezas, el talentoso violinista Imanol García que adapta el sonido del violín al flamenco y participa en tres canciones. Cuenta con la cantante promesa María de la Flor en “El collarcico de oro”. Decir que María acaba de lanzar un meritorio Ep. Rafita de Madrid aplica su cante en la rumba flamenca “Vaivén”, con el acompañamiento de la guitarra flamenca de Juan José Suarez “Paquete” y el trío de músicos protagonistas. Pedro Luis García Casarrubios colabora en saxos en dos canciones y el trompetista cubano Manuel Machado, en la pista final. En el disco “Influencias”, Lorenzo trata de desgranar, como el título nos indica, sus influencias. Desde el amor por la guitarra de Sabicas, donde adapta la composición del guitarrista flamenco, las bulerías de Joaquín Turina, un guiño al final de los “Tangos de Sacromonte”, bulerías que también están presentes en la canción “La Maleno” (apellido de su madre y segundo de Lorenzo, claro), dedicada a su madre, que es como la llamaban sus alumnos del instituto, mientras que la taranta “Don Juan”, está dedicada a su padre, que es como le llamaban sus alumnos en la escuela… En definitiva, influencias del flamenco, del jazz, con Bill Evans y Keith Jarret entre sus referentes, brasileñas de la samba y la bossa nova, y de la música clásica, como Turina y Falla, entre otros maestros. Lorenzo posee un talento excepcional para la composición y se puede apreciar en sus composiciones, que salvo en la pieza de Sabicas y algún préstamo puntual que lo adapta a su terreno, el resto son de su autoría. No lo es menos como interprete, impresiona la manera como toca el piano, ya que se expresa de manera semejante a como si estuviera tocando la guitarra en el flamenco. Él mismo ha afirmado que es un enamorado de la guitarra flamenca, por ello, lo que ha querido es intentar adaptar el sonido de la guitarra al piano, y escuchando el disco he de decir que la simbiosis es perfecta.
Charlie Parr: songwriter, vocals, acoustic and slide guitar, harmonica; Marisa Anderson: electric guitar; Victor Krummenacher: electric bass, upright bass, bass VI; Andrew Borger: drums, percussion; Asher Fulero: piano, Hammond, keyboard; Anna Tivel: backing Vocals; Mary DuShane: fiddle (“Ten Watt”); Elizabeth Draper: bass (“Ten Watt”); Mikkel Beckmen: percussion (“Ten Watt”).
Charlie Parr es un veterano músico nacido en Austin, Minnesota. Sus influencias provienen del campo del folk y el blues rural, de intérpretes como Charlie Patton, Bukka White, Dave Ray o “Spider” John Koerner, entre otros. Ya tiene una veintena de álbumes a sus espaldas, pero en este nuevo disco ha cambiado un poco la concepción que ha animado sus trabajos anteriores, y lo recalca en las notas del disco. Rememora su juventud en los años ochenta, cuando vivía en una pensión en Minneapolis en West Bank, donde solía asistir a conciertos en vivo y luego intentaba replicar los sonidos con su guitarra en su habitación. Charlie siempre ha preferido la música en su forma más pura, como en vivo, sin retoques y en solitario, lo que refleja su independencia. Por casualidades del destino, se cruzó con el productor Tucker Martine, quien lo alentó a grabar con una banda, pero manteniendo su estilo de grabación en vivo. Destaca la experiencia de trabajar con músicos y productores, pero prefiere explicarlo él mismo. Valora la experiencia de haber convivido con los músicos y el productor: “Aquí hay un álbum que básicamente fue grabado en vivo pero en colaboración con el productor Tucker Martine, quien se ha convertido en un amigo y un aliado musical de confianza. Escucharás lo que pasó, así que no necesito describírtelo, pero estoy muy agradecido por la oportunidad de trabajar con este grupo de músicos tan talentosos. Todo me pareció como un espectáculo: vivir en Portland, Oregón, caminar al estudio todos los días para escuchar y pasar el rato con músicos increíbles e inspiradores y convertir en canciones lo que había sido una colección de canciones que se resistían a mi enfoque habitual de guitarra solista. que despertó bajo la atención de esta gente, en esta banda que ya no es una banda pero que lo fue durante un largo momento durante la peor tormenta de nieve que Portland ha visto en décadas. Bienvenido a Minnesota, Portland”.
Charlie nos orienta también en sus canciones. Así, en Portland Avenue, habla del termino “vecino”, hoy en día extraño, a pesar de estar incluso ciber conectados. Ha perdido el significado que tenía antes, tal como lo entendía su madre, es decir, un vecino era aquel con el que podías conversar o demandar ayuda si la necesitabas. En la canción, nadie sabe donde se encuentra Annie, y apenas nadie se interesa por ella o su destino. Little Sun da título al disco. Está dedicada al armonicista y cantante Tony “Little Sun” Glover. Cuando Charlie era joven no se perdía las actuaciones de Tony Glover con su armónica y la compañía de la guitarra de Dave Ray. Y Charlie toca la armónica y la guitarra y se pregunta si se ha perdido aquella onda de la música de entonces, cuando se era más joven: “La música que suena en todas partes / ¿Era mejor cuando éramos jóvenes? / ¿O hemos perdido nuestro enfoque? / Te necesitamos aquí, pequeño sol. // La música que suena en todas partes / Incluso cuando somos viejos y deshechos / Sólo tenemos que escuchar más fuerte / Es hora de volver a casa, pequeño sol”. En la introspectiva y desnuda Bear Head Lake, Charlie sugiere visitar un lago apartado de la civilización para disfrutar de la naturaleza en compañía de la pareja o un amigo. En Boombox, una canción muy dinámica, Charlie habla de la interacción de la música en el barrio, ya sea a través de los diversos estilos musicales que emanan de los pequeños altavoces de la gente o de los sonidos provenientes de las gramolas y las actuaciones que se escuchan en las afueras de los cafés: “Hay una mujer al lado en su porche / Con un boombox explotando con toda su fuerza / Y ella baila muy lento con sus calcetines de lana. / Y se desliza sobre el suelo de madera a través del polvo”. En Pale Fire, nos orienta sobre el origen de la canción, que tiene lugar en un trayecto en coche por Nuevo México. Es cuestión de valorar las cosas sencillas. Charlie, exhausto de conducir, decide detenerse para contemplar la puesta de sol. Tras el agotamiento acumulado, toma un descanso en el automóvil y se despierta justo en el momento en que el sol comienza a aparecer, volviendo a disfrutar de ese momento. En Ten Watt, a pesar de tanto trabajo por hacer, la energía del motor se agota. Por lo tanto, es mejor ser paciente y disfrutar de la música y la amistad: “No hay necesidad de que estés solo / Estoy sentado aquí todo el día. / Puedes pasar cuando quieras / Y siéntate con tu violín y toca”. En Stray, Charlie habla de personas atravesando malos momentos que necesitan ayuda y no reproches: “¿Cómo puedes decir que siempre está sucio? / Bueno, no tiene dónde lavarse. / Todos lo evitan / No importa el precio”. Cierra el disco Sloth, un espacio imaginario en el que Charlie se sumerge con frecuencia, espacio en calma, con bajas expectativas, alejado de la vorágine actual: “Mi ambición es adecuada / A una época no industrial / Mi deseo de triunfar / Se basa en una métrica subjetiva / Mis objetivos profesionales son un pequeño trozo de sol / O tal vez ese poquito de sombra”.
A pesar de actuar con un grupo, en ningún momento se aprecia recargamiento y sí más bien el apoyo de unos músicos competentes para dotar de matices a las canciones. En algunas, podemos observar la banda al completo y en otras, apenas sin instrumentos. Músicos y productor se impregnan del espíritu solidario y de amor por la naturaleza que transmiten las espléndidas letras de un verdadero cantautor independiente. Por último, merece destacarse la preciosa portada de James “Billy” Dankert.
Imagen de la entrada: Airto & Flora – A celebration: 60 years – Sounds, dreams & other stories. Portada Lp.