En The Black Dog & The Wandering Boy (2025), McMurtry presenta uno de sus trabajos más íntimos, rindiendo homenaje a su padre a través de la canción que da nombre al álbum, la cual se inspira en las vivencias de su progenitor con la demencia. El “perro negro” y el “niño errante” representan alucinaciones que su padre solía experimentar, elementos que McMurtry transforma en personajes ficticios dentro de su obra. Vuelve a trabajar con Don Dixon (productor de su tercer disco en 1995), y entrega una obra madura, sombría y profundamente humana. Y lo hace con una voz más áspera, más contenida, pero también más lúcida que nunca… (Continúa leyendo y visualiza los vídeos de Paul un poco más abajo).

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James McMurtry – “The Black Dog & The Wandering Boy”

Publicado el 20 de junio de 2025 | New West Records
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James McMurtry – “The Black Dog & The Wandering Boy”

Créditos: James McMurtry (voz principal, guitarras eléctrica, acústica, de 8 y 12 cuerdas; compositor; coproductor del álbum), Don Dixon (bajo en “Broken Freedom Song”, trombones y slide guitar en “South Texas Lawman”, guitarra trémolo en “Sailing Away” y “Broken Freedom Song”, pequeños aportes varios, coproducción), Sarah Jarosz (banjo y armonías vocales en “Annie”), Tim Holt (guitarra eléctrica, coros, solo de guitarra eléctrica en “The Color of Night”), Cornbread (bajo, solo de guitarra eléctrica en “The Black Dog and the Wandering Boy”), Daren Hess (batería), BettySoo (coros en “The Color of Night”, “Back to Coeur d’Alene”, “Sailing Away” y “Pinocchio in Vegas”, guitarra acústica y coros en “Broken Freedom Song”, acordeón y pandereta en “Back to Coeur d’Alene”), Pat MAcdonald (armónica y coros en “Laredo Small Dark Something”, armónica en “The Black Dog and the Wandering Boy”), Curtis McMurtry (banjo y armonías vocales en “Pinocchio in Vegas”), Diana Burgess (violonchelo en “South Texas Lawman”, “The Color of Night”, “Pinocchio in Vegas”, “Annie” y “Sailing Away”), Sam Pankey (contrabajo en “Pinocchio in Vegas”), Charlie Sexton (cümbüş —instrumento de cuerda turco— en “Sons of the Second Sons”), Bukka Allen (órgano en “The Color of Night” y “Sailing Away”), Bonnie Whitmore (bajo en “Back to Coeur d’Alene”), Red Young (órgano en “Back to Coeur d’Alene”).

James McMurtry nació el 18 de marzo de 1962 en Fort Worth, Texas, pero creció en Leesburg, Virginia, rodeado de libros, guitarras y silencios largos. Hijo del novelista Larry McMurtry (Lonesome Dove, The Last Picture Show) y de una profesora de inglés, su infancia transcurrió entre la literatura y la música. Su padre le regaló su primera guitarra a los siete años, y su madre le enseñó los primeros acordes. El resto, como él mismo dice, lo fue robando con el oído.

Estudió literatura inglesa y español en la Universidad de Arizona, donde comenzó a escribir canciones mientras trabajaba como pintor, camarero y actor ocasional. En 1987, un amigo lo animó a presentarse al concurso de nuevos cantautores del Kerrville Folk Festival, donde fue uno de los seis ganadores. Ese mismo año, su padre colaboraba con John Mellencamp en una película, y James aprovechó para hacerle llegar una maqueta. Mellencamp quedó impresionado y coprodujo su primer disco, Too Long in the Wasteland (1989), que marcó el inicio de una carrera sólida, coherente y profundamente respetada.

Desde entonces, McMurtry ha publicado más de una docena de álbumes, entre ellos Where’d You Hide the Body (1995), Childish Things (2005) —que incluía la feroz “We Can’t Make It Here”, elegida por Robert Christgau como la mejor canción de la década— y The Horses and the Hounds (2021), que supuso un renacer creativo aclamado por la crítica. Su estilo combina el folk-rock con una lírica afilada, sin adornos, donde cada verso parece tallado en madera. Es un cronista de los márgenes, de los que envejecen mal, de los que no encajan, de los que siguen adelante aunque no sepan muy bien por qué.

Además de músico, ha sido actor ocasional (en Daisy Miller, Lonesome Dove y como narrador en Ghost Town: 24 Hours in Terlingua) y ha colaborado con artistas como John Prine, Joe Ely, Dwight Yoakam y Kris Kristofferson. Vive en Lockhart, Texas, y hasta hace poco tocaba cada miércoles por la noche en el Continental Club de Austin, después de su amigo Jon Dee Graham.

A lo largo de más de tres décadas, McMurtry ha perfeccionado un estilo sobrio y directo, sin adornos innecesarios, donde cada verso parece tallado en madera. Su voz, cada vez más grave y contenida, transmite una mezcla de cansancio y lucidez que lo emparenta con figuras como John Prine o Kris Kristofferson.

En The Black Dog & The Wandering Boy (2025), McMurtry presenta uno de sus trabajos más íntimos, rindiendo homenaje a su padre a través de la canción que da nombre al álbum, la cual se inspira en las vivencias de su progenitor con la demencia. El “perro negro” y el “niño errante” representan alucinaciones que su padre solía experimentar, elementos que McMurtry transforma en personajes ficticios dentro de su obra. Vuelve a trabajar con Don Dixon (productor de su tercer disco en 1995), y entrega una obra madura, sombría y profundamente humana. Y lo hace con una voz más áspera, más contenida, pero también más lúcida que nunca.

Desde el primer acorde de “Laredo (Small Dark Something)”, una versión del tema de Jon Dee Graham, McMurtry establece el tono: guitarras secas, ritmo polvoriento y una voz que parece narrar desde el borde del abismo. “Living in a motel named ‘MOTEL’ out on Refinery Road” («Viviendo en un motel llamado ‘MOTEL’ en la carretera de la refinería») canta, y uno ya sabe que no hay vuelta atrás. Luego remata con otra línea que deja una sombra: “I’m not the man I used to be, but I’m still the one you fear” («Ya no soy el hombre que solía ser, pero sigo siendo aquel al que temes»). Una apertura abrasiva, de esas que se pegan a la piel.

En “South Texas Lawman”, McMurtry retrata a un sheriff que añora los días en que la autoridad no se cuestionaba. Parece una balada, pero se arrastra como un recuerdo que no quiere irse. La batería avanza con lentitud, y la voz suena gastada, arrastrando sílabas como si cargara con décadas de decepción: “I can’t stand getting old, it don’t fit me” «No soporto envejecer, no me queda bien». Unos trombones apagados —cortesía de Don Dixon— surgen al fondo, como un eco oxidado de autoridad marchita. “They don’t salute no more, they just film you on their phones «Ya no saludan, solo te graban con sus teléfonos»

“The Color of Night” intensifica la melancolía. La atmósfera se espesa, y la guitarra de Tim Holt arde en segundo plano como una herida sin sangre. McMurtry canta como si pensara en voz alta, acompañado por el órgano de Bukka Allen, mientras los coros de BettySoo entran suaves, casi como un eco emociona: “The color of night is a 60-watt bulb on a cinder block wall” «El color de la noche es una bombilla de 60 vatios sobre una pared de bloques de cemento». Luego, la guitarra lanza un solo desolado que desemboca en otra frase demoledora: “I don’t remember who swung first, but I remember the floor” «No recuerdo quién lanzó el primer golpe, pero sí recuerdo el suelo»

En “Pinocchio in Vegas”, eleva el ritmo con banjo (de Curtis McMurtry) y una ironía que descoloca. Grotesca y brillante, avanza como un desfile de máscaras rotas: “He’s a real boy now, his dick grows when he lies” («Ahora es un niño de verdad, su pene crece cuando miente»). Pero también se abre una grieta de compasión: He learned to fake a smile before he learned to shave” «Aprendió a fingir una sonrisa antes que a afeitarse»

“Annie” es contenida y lúcida. El banjo y la voz de Sarah Jarosz aportan suavidad mientras el texto habla por sí solo: “He was in over his head, and we were all underwater” «Estaba sobrepasado, y todos nosotros bajo el agua». Y luego lanza esta imagen quirúrgica: He read the briefing upside down and still gave the order” «Leyó el informe al revés y aun así dio la orden»

El corazón del disco es “The Black Dog and the Wandering Boy”, una canción inspirada en las alucinaciones de su padre durante la demencia. Con armónica temblorosa y voz grave, McMurtry no canta desde la metáfora sino desde la vigilia, con una mezcla de ternura y resignación: “The black dog and the wanderin’ boy / Come around every night / The wanderin’ boy never gets any older / The black dog doesn’t bite” «El perro negro y el niño errante / Vienen cada noche / El niño no envejece / El perro no muerde». Y, más adelante, ese suspiro de quien ya no espera alivio: “They oughta both go away when I take my meds / But they don’t” «Deberían irse cuando tomo la medicación / Pero no lo hacen». They don’t talk, but I know what they mean” «No hablan, pero sé lo que quieren decir».

“Back to Coeur d’Alene” avanza con un tempo medio, constante, como un trayecto sin sobresaltos. El bajo de Bonnie Whitmore empuja suavemente la melodía, mientras el acordeón de BettySoo y el órgano envolvente de Red Young aportan una textura cálida, casi cinematográfica. McMurtry se vuelve personaje secundario de su propia gira: “I’m just another extra in a scene that never ends” («Solo soy otro extra en una escena que nunca termina»). Y con amargura resignada: “I’m just a name on a flyer, misspelled and fading” «Solo soy un nombre en un cartel, mal escrito y desvaneciéndose». Aunque suena luminoso, deja un regusto amargo.

“Sons of the Second Sons” es la más feroz. Arde sin necesidad de elevar la voz. El ritmo es militar, áspero, y el cümbüş turco de Charlie Sexton añade un brillo oxidado: “Sons of the second sons, products of genocide / Polishing up our guns, living in double wides” («Hijos de los segundos hijos, productos del genocidio / Lustrando nuestras armas, viviendo en casas prefabricadas»). Y luego, con una lucidez brutal: We built this house on bones and called it freedom” «Construimos esta casa sobre huesos y la llamamos libertad» Aquí McMurtry apunta directo a la raíz.

“Sailing Away” flota con un vaivén melancólico. El órgano regresa, envolvente, y la percusión va marcando el vaivén. Es el retrato del músico errante, emocionalmente extraviado. McMurtry se balancea en su propia deriva: “I can’t find my way back home / I’ve been gone too long” «No puedo encontrar el camino de regreso a casa / He estado fuera demasiado tiempo». Y con una imagen que resume el desarraigo: “The map don’t match the road, but we drive it anyway” «El mapa no coincide con la carretera, pero igual la recorremos»

El disco cierra con “Broken Freedom Song”, versión de Kris Kristofferson que McMurtry interpreta con reverencia, como quien baja el telón sin necesidad de una moraleja. Lo hace con guitarra acústica, voz baja y los coros serenos de BettySoo. No hay épica en la despedida, solo un susurro que deja eco: “Freedom’s just another word for nothing left to lose” «La libertad es solo otra palabra para no tener nada que perder». Y el adiós, sencillo y humano, queda en manos del oyente: “If I don’t make it back, sing this like it’s yours” «Si no regreso, canta esto como si fuera tuyo».

El álbum The Black Dog & The Wandering Boy no se limita a ser escuchado, se experimenta. Es una obra que requiere atención, cuya voz, aunque no se impone, resuena mucho tiempo después de su final. En una era saturada de ruido, James McMurtry se erige como un símbolo de resistencia.

Roxana Amed – “Todos los fuegos”

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Roxana Amed – “Todos los fuegos”

Roxana Amed “Todos los fuegos”, 2025

Roxana Amed: voz y composición; Martin Bejerano: sintetizadores y arreglos de “Corazón delator” y “Ciudad de pobres corazones”; Leo Genovese: piano, sintetizador, Fender Rhodes y arreglos; Tim Lefebvre: bajo eléctrico; Kenny Wollesen: batería; Mark Small: saxofones, clarinete, arreglos de “Verbo carne”; Joseph Monticello: flauta; Aaron Lebos: guitarra eléctrica; Samuel Torres: percusión.

Roxana Amed se ha consolidado como una figura prominente en la música argentina. Nacida en Buenos Aires en 1963, esta talentosa cantante, compositora, productora y docente ha marcado un hito en la industria musical. Después de su formación en el Conservatorio Nacional de Música y su especialización en canto lírico, Amed se destacó como cantante de jazz en los años noventa. En 2004, presentó su álbum debut, “Limbo”, que incluía una canción de Luis Alberto Spinetta. Más recientemente, ha dedicado su último disco a rendir homenaje a reconocidos cantautores de rock argentino, entre ellos Spinetta. Desde 2013, reside en Estados Unidos, donde ha colaborado con destacados músicos de jazz y, desde 2018, enseña música en la Universidad de Miami. Sus trabajos recientes han sido nominados a los Grammy y han recibido varios premios.

Roxana se aleja de la música convencional, abordando cada proyecto desde una óptica única. Su obra “Los trabajos y las noches”, lanzada en 2023 en colaboración con Frank Calberg al piano, resalta por su audacia al reinterpretar poemas de la reconocida Alejandra Pizarnik. En su más reciente proyecto, lanzado el 23 de mayo, “Todos los fuegos”, vuelve a sorprender al combinar jazz y rock, rindiendo tributo a cuatro leyendas del rock argentino: Charly García, Luis Alberto Spinetta, Fito Páez y Gustavo Cerati. Este álbum también incluye la participación de destacados músicos como Leo Genovese, Mark Small, Tim Lefebvre, Kenny Wollesen y Martin Bejerano, entre otros.

Roxana comparte que había considerado dedicar un álbum a compositores y cantantes de rock argentinos reconocidos, ya que creció escuchando dicha música. Desde su primer disco, incluyó alguna canción suelta de estos artistas. Sintiendo que su voz aún está intacta y su mente funcionando a la perfección, Roxana consideró que era el momento adecuado para embarcarse en este nuevo y ambicioso proyecto, buscando dar a conocer la música de estos iconos argentinos al mundo. Dado que la integración en el ámbito del jazz es complicada para los artistas extranjeros en Estados Unidos, su propuesta de presentar el rock argentino con una base jazzística ha despertado el interés de músicos estadounidenses, ofreciendo una nueva forma de conexión cultural. La colaboración de Leo Genovese, destacado pianista y compositor argentino radicado en Nueva York, y acompañante habitual de Esperanza Spalding, ha sido crucial.

Aunque el título del disco pueda remitir a Cortázar y su obra “Todos los fuegos el fuego”, Roxana afirma que lo escogió porque el fuego representa un elemento fundamental que inicia y destruye, simbolizando tanto la vitalidad como la pasión en la vida.

Roxana ha buscado resaltar las intrincadas estructuras de las canciones originales, las cuales presentan diversos cambios que evidencian la maestría compositiva de estos destacados cantautores. Su desafío consistía en preservar el espíritu de las melodías, aportando una perspectiva nueva y original, todo ello enmarcado en una base jazzística. Por esta razón, las canciones oscilan entre el jazz-rock y el jazz contemporáneo. Para la ocasión, hay una canción en el disco, “Diamonds”, compuesta por Roxana y Leo Genovese. Para Roxana, el diamante simboliza el proceso de transformación que lleva a cabo en cada nuevo proyecto, refinándolo y perfeccionándolo hasta lograr una obra brillante y renovada.

Es destacable la elección precisa de los músicos que acompañan a la cantante, quienes cuentan con una amplia experiencia en la experimentación jazzística. La interpretación de Roxana es verdaderamente impresionante; cada pieza es abordada con un rigor y un entusiasmo genuinos. Su voz en castellano resuena de manera excepcional. Además, es sorprendente que el álbum se haya grabado en tan solo dos días en diciembre de 2024, sin ensayos previos, y que se haya completado con una jornada adicional en enero de 2025. El resultado final es realmente impactante. No se lo pierdan.

Paul Armfield – “Between the Covers”

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Paul Armfield – “Between the Covers”

Paul Armfield “Between the covers”

Paul Armfield: vocals, acoustic guitar; Max Braun: bass, acoustic guitar, organ, backing vocals; Uwe Schenk: piano; Torsten Krill: drums; Jo Ambros: electric guitar, organ; Mari Persen: violins

Paul Armfield es un compositor, cantautor e instrumentista originario de Birmingham, cuya carrera comenzó en 2003. Desde los años noventa, reside en la Isla de Wight, donde ha formado una familia, vende libros y crea música. Mientras gestiona su librería durante el día, ha estado trabajando en sus discos, por las noches. En mayo de este año, sus pasiones literarias y musicales se entrelazan con el lanzamiento de su nuevo álbum Between The Covers: 9 Songs for Bibliophiles, que incluye nueve canciones dedicadas a la literatura, de las cuales cuatro son versiones y cinco originales. El álbum fue grabado en Stuttgart durante cuatro días en agosto del año pasado, con la colaboración de músicos de jazz experimentados. Para promocionar su trabajo, Paul realizará una gira en solitario de dos meses por el Reino Unido y Europa, actuando en librerías y festivales literarios siempre que sea posible.

El disco comienza con 1. You Can’t Judge A Book By The Cover, una composición de Willie Dixon popularizada por Bo Diddley, que sorprende con su batería sencilla, guitarra de trémolo intenso y un piano sutil. El estribillo nos recuerda la importancia de no prejuzgar: “No puedes juzgar una manzana mirando un árbol. / No puedes juzgar la miel mirando la abeja. / No puedes juzgar a una hija mirando a la madre. / No puedes juzgar un libro mirando la portada”. 2. The Books Beside My bed es mi canción preferida. Es una canción dinámica en la que Paul aborda de manera encantadora el dilema de los amantes de la lectura: la acumulación constante de libros por leer en la mesilla de noche. Este fenómeno se traduce en una pila que, a pesar de nuestros esfuerzos por reducirla, parece crecer sin cesar. Paul comenta: «Casi no pasa un día sin que al menos un cliente presuma del tamaño de su pila de libros pendientes; es como una medalla de honor». Finalmente, el cantautor cierra la canción con una observación aguda sobre esta realidad, dejando al oyente con una mezcla de sonrisa y resignación ante la interminable búsqueda de tiempo para leer: “No reduciré esas torres / Con solo unas cuantas horas de vigilia / Si leyera hasta morir / Y luego siguiera leyendo / Aun así, nunca habría leído / La mitad de los libros junto a mi cama”. 3. Bookmarks está compuesta por Paul y es una canción nostálgica en la que evoca nuestros primeros encuentros con la lectura desde la infancia hasta la adolescencia tardía. Estas experiencias formativas han dejado una huella indeleble en nuestra memoria, moldeando nuestra relación con los libros y la literatura. Se hace alusión también a los marcadores que utilizamos en los libros para identificar el punto en el que dejamos las lecturas: “Nos aferramos a cuentos y aventuras / a los escritos que resuenan / y nos conducen hasta aquí / Nos aferramos y marcamos las páginas / donde nos encontramos / para que sepamos que esto está aquí”. 4. Paperback está compuesta por Paul. Se refiere a esas biografías superventas que se leen con la misma facilidad que se descartan, acabando en los cajones de saldo. Cita a David Niven, E.L. James y Dan Brown. La canción culmina de manera irónica al referirse al derroche de papel en libros que son desechados con la misma rapidez con la que son consumidos. Es una canción delicada, mi segunda canción preferida, en la que destaca el trabajo de cuerdas de Mari Persen: “En cada venta de maletero de coche y caja de ofertas / Somos E.L. James, Dan Brown, David Niven y nosotros / Solo en libro de bolsillo / Qué desperdicio de buen papel / Libro de bolsillo”. 5. Every Day I Write The Book es una composición de Elvis Costello. Paul rinde tributo al músico británico con una interpretación que comienza de manera íntima, donde solo él acompaña su voz con la guitarra. A medida que avanza la canción, se incorporan otros instrumentos, enriqueciendo la versión. Es una excelente adaptación que destaca por su emotividad y profundidad: “Te miro con anhelo / Todos los días escribo el libro. // Capítulo uno: No nos llevábamos bien / Capítulo dos: Creo que me enamoré de ti / Dijiste que me apoyarías a mitad del capítulo tres / Pero ya estabas haciendo las cosas como siempre en los capítulos cuatro, /cinco y seis”. 6. Books About UFOs es una canción del ya fallecido batería del grupo Hüsker Dü, Grant Hart, y gira sobre una chica obsesionada con el espacio exterior. Paul crea una atmósfera extraña que complementa la peculiaridad de la narrativa. Además, se pueden percibir influencias del blues de los años cincuenta, lo que añade una capa de profundidad a la obra: “Caminando por una calle soleada hacia la biblioteca / Consultando los últimos libros sobre el espacio exterior / Yendo al puesto de frutas a comprar una docena de naranjas / Luego, ella, los libros y las naranjas vuelven a su casa”. 7. Turn The Page es una composición de Paul que, en cierta medida, mantiene la atmósfera peculiar de su canción anterior, aunque con un enfoque más íntimo gracias a la inclusión del piano. La narrativa se centra en la experiencia sensorial de oler, leer y pasar las páginas de un libro: “El roce del índice y el pulgar, pasa la página / No tan húmedo como para un sello, pasa la página / La cuidadosa separación de cada hoja / Levantándose lentamente del fajo / De la mano derecha a la izquierda / Pasa la página”. 8. My Bookworm es una nueva obra de Paul que narra una historia de amor desenfadada y profundamente humana entre dos apasionados de la lectura. Se destaca notablemente el apoyo brindado por los músicos, así como los arreglos de cuerdas realizados por Mari Persen: “Anotando suavemente mis errores / Con lápiz azul tus enmiendas / Una leve nota en el margen, amistosa, suavemente burlona / Escribes ‘otra para añadir a tu apéndice’ / Eres central en la trama / El principal interés romántico / Estás ahí en todo momento / Para bien o para mal / En cada capítulo y verso // Mi ratón de biblioteca, mi ratón de biblioteca”. 9. I Could Write A Book es la canción de cierre. Una composición de Rogers and Hart, que fue interpretada por Sinatra en la película “Pal Joey”. La interpretación de Paul es especialmente delicada, capturando la esencia emocional de la pieza (Nota: No se encuentra en Youtube. Si queréis escucharla podéis hacerlo en Bandcamp, aquí). La letra completa: “Si me preguntaran, podría escribir un libro / Sobre tu forma de caminar, susurrar y mirar / Podría escribir un prefacio sobre cómo nos conocimos / Para que el mundo nunca lo olvide // Y el simple secreto de la trama / Es solo decirte que te quiero mucho / Entonces el mundo descubre, al terminar mi libro, / Cómo hacer que dos amantes se conviertan en amigos”. Un destacado trabajo de un cantante que posee una voz profunda y cálida, que por fin ha logrado plasmar en una sola obra sus dos grandes pasiones: la música y la literatura.

Kassi Valazza – “From Newman Street”

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Kassi Valazza – “From Newman Street”

Kassi Valazza “From Newman Street”

Kassi Valazza: vocals, acoustic guitar; Lewi Longmire: electric guitar, 12 string guitar, fiddle; Sydney Nash: organ, vibraphone, bass; Tobias Berblinger: Rhodes, organ, mellotron, bass, Roland space echo; Erik Clampitt: pedal steel guitar; Ned Folkerth: drums, percussion; Camille Weatherford: backing vocals; Casey Jane Reece-Kaigler: backing vocals

Kassi, en su página personal, comparte información relevante sobre su personalidad y su carrera como compositora e intérprete. Creció entre Prescott y Phoenix, Arizona. Enfrentó en sus inicios un intenso miedo escénico. Su mudanza a Portland marcó un nuevo capítulo en su vida y su música, donde recibió el apoyo de Zach Bryson y otros colaboradores, lo que culminó en la creación de su primer álbum, Dear Dead Days (2019). En 2023, lanzó su segundo disco, Kassi Valazza Knows Nothing, una obra destacada de folk introspectivo. Después de diez años en Portland, Kassi parece haber experimentado un desgaste, y su tercer álbum, From Newman Street (2025), refleja tanto su experiencia en la ciudad como su anhelo por un nuevo destino, como lo es Nueva Orleans. Y es que unas canciones están compuestas en Portland y otras en New Orleans. Hay que resaltar la faceta compositora y letrista de Kassi, por lo que resulta pertinente analizar detenidamente sus letras. Nuestra cantautora encuentra su inspiración en dos íconos de la música: Joni Mitchell y Sandy Denny, lo que refleja su deseo de infundir en su obra una profundidad tanto en la composición como en la interpretación.

En cuanto al disco en sí, en la canción inicial 1. Better highways, aunque todavía compuesta en su apartamento de Portland, comienza a brillar la idea del movimiento: “Contando con esas mejores carreteras / Para traerte todo lo que necesitas / El peso que cargabas sobre tus hombros / Es difícil de afrontar y es ensordecedor”. 2. Birds fly. Kassi, comentaba que después del Covid, había mucha gente bebiendo y muriendo de sobredosis de fentanilo y ella se escondía en su sótano, sabiendo que personas que amaba estaban muriendo: “Los pájaros vuelan alto / Sus colas negras / Sobre velas blancas / ¿Por qué pienso en ti? / Cuando estoy triste // Esperando una llamada / Luchando contra el sueño con fentanilo / No puedes conducir de vuelta a casa / El sol te da en la cara / Otra habitación, otro lugar / Es tan agradable tener una cama / Y ver crecer los árboles”. 3. Shadow of lately hace referencia a su amiga Boramie Sao, artista camboyana-estadounidense. Ella se marchó de Portland y Kassi lo acusó, planteándose ella también la salida de Portland: “Por la ventanilla del coche / Por el parque de Saint Johns / conduciendo despacio, por una sensación / No recuerdo bien / en qué dirección girar / Todas las farolas están ensombrecidas / por los árboles en la acera / Bo consiguió un trabajo en Nuevo México / pintando cuadros, durmiendo mejor / Y ahora me pregunto / adónde debería ir / Toda esta capa de nubes / hace que el tiempo pase tan lento”. El melotrón y la pedal steel crean una atmósfera encantadora. 4. Time is round está compuesta ya en New Orleans. A Kassi le cuesta adaptarse a una ciudad ruidosa y animada, debido a que es introvertida: “¿Dejaría de nombrar / las cosas que me excitan? / ¿Estoy transmitiendo / que mis sueños de juventud se han ido? / ¿O soy perenne? // Me siento como una anciana estos días”. 5. Roll on reafirma su decisión de caminar hacia adelante y dejar una ciudad y olvidar un amor: “Ya lo he decidido, / siento que sí, / y si siento que sí, / intentaré seguir adelante”. 6. Your heart’s a tin box, está escrita en New Orleans, y las cosas parecen seguir igual a Portland: “Me mudé a Nueva Orleans / Pensando que el amor reaparecería / Pero la gente te lo dice todo / menos lo que quieres oír”. 7. Small Things es una especie de poema de Kassi Valazza: “Pequeñas cosas se han reunido a mi alrededor / y en la noche han crecido / Iluminan tus sentidos / y te llevan a donde quieres ir”. Es una de las canciones que más me gustan, con ese sonido de órgano de fondo y la melancólica voz de Kassi ¡cantando tan bien! 8. Market Street savior, habla de un lugar familiar para Kassi, del que ahora se siente lejos: “Estoy sentada junto a esa vía férrea / que baja junto al agua / transportando gente con rostros lejanos // Con sus bolsas de compra / desde sus lugares de la zona alta // En Market Street / los coches avanzan rápido / y las espadañas cubren viejos dibujos”. 9. Weight of the wheel es la canción de donde parte todo. Su rutina en Portland y la necesidad de romper con todo ello: “Siento como una especie de lucha por soltarme / Es el peso de la rueda / cayendo, o eso me han dicho / Siento como una especie de lucha por superar / la forma en que temo reducir la velocidad antes de envejecer”. Salió como single y es mi otra canción preferida, con el órgano de fondo y la pedal steel arropando la lánguida voz de Valazza. 10. From Newman Street cierra el disco y da nombre al disco. Kassi la interpreta con su guitarra, y es una composición nacida de la tristeza por la ausencia de un amigo. La letra refleja sus sentimientos, deseándole lo mejor desde la calle Newman y preguntando sobre el clima en alta mar, mientras se encuentra sentada sola, tratando de mantener el control de la situación: “Wishing you well / From Newman street / How is the weather on the open sea / Now I sit here all alone / Keeping control” (“Te deseo lo mejor / Desde la calle Newman / ¿Cómo está el clima en alta mar? / Ahora estoy sentado aquí solo / Manteniendo el control”.). Dos de los referentes de Kassi, como comenté, son Joni Mitchell y Sandy Denny, casi nada; y en el disco, de alguna manera, su espíritu está presente. El álbum presenta un enfoque intimista, con una inclinación más hacia el folk que hacia el country, aunque la inclusión de la pedal steel y la lap steel añade matices característicos de este último género. Es un trabajo excepcional, y resulta interesante que, al menos en mi opinión, mis dos canciones favoritas se encuentren en lo que podríamos considerar la cara B, sin restar valor a las demás, porque el nivel general es muy alto. Kassi menciona que esta disposición fue intencionada, ya que busca que los oyentes escuchen el disco completo, en lugar de limitarse a las primeras pistas, una tendencia común en la actualidad. Por otra parte, en una reciente entrevista, La cantautora reveló que planea mudarse a Nashville con su novio después del verano, tras haber pasado un tiempo en Portland y con una estancia breve en Nueva Orleans. Es posible que este cambio le brinde una mayor estabilidad y que, manteniendo la calidad habitual, se traduzca en letras que eviten tantos sinsabores. Sin embargo, como todos sabemos, la vida siempre presenta una combinación de alegrías y tristezas. De hecho, como se ha evidenciado en el presente álbum, a menudo las mejores composiciones surgen de la tristeza.

Clara Montes – “Marinera en tierra”

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Clara Montes – “Marinera en tierra”

Clara Montes – Marinera en tierra

Clara Montes: Concepto, documentación literaria, composición, dirección musical e interpretación; Chamo Díaz: Arreglos musicales y piano; Kiriko Gutiérrez: contrabajo; Pablo Domínguez: guitarra; Malick Mbengue Arroyo: percusión.

La cantante residente en Cádiz, Clara Montes, cuenta con una extensa trayectoria musical. Sus comienzos incluyen colaboraciones con Amancio Prada en el disco “Emboscados” y con Carlos Cano en “Diván del Tamarit”, donde se interpretan textos de Federico García Lorca. Este último trabajo revela su inclinación por las canciones basadas en poemas, una tendencia que se consolida con su debut en 1998, con el disco “Canta a Antonio Gala”, que presenta versos del propio Gala. A lo largo de su carrera, ha realizado diversos proyectos. Por resumir, se debe mencionar el álbum “A manos llenas” de 2009, un tributo a las coplas de Rafael de León, y en 2013, el regreso a su poeta fetiche, Antonio Gala, con “Vuelvo a Antonio Gala”. En 2017, su obra “Los amores oscuros” explora el último amor de Lorca. Recientemente, Clara lanzó “De Gala 25 Años y ++”, conmemorando el 25 aniversario de su primer disco dedicado al poeta cordobés. Actualmente, se adentra en la poesía de Rafael Alberti, un interés que surgió tras una invitación de la Fundación Rafael Alberti, donde interpretó un poema a capela. Aunque ya había leído a Alberti, su curiosidad la llevó a profundizar en su vida y obra, especialmente con motivo del centenario de “Marinero en tierra”, un poemario publicado en 1924 que le valió el Premio Nacional de Poesía en 1925. Clara no solo musicaliza sus poemas más célebres, sino que también incorpora versos de su último poemario, “Canciones para Altair” (1983-1988), así como algunos poemas inéditos a los que tuvo acceso gracias a la Fundación y a la viuda del poeta, María Asunción Mateo.

Desgloso las canciones, en las que incluyo algunos versos de cada poema o algún poema completo: 1. Te fuiste marinerito. Corresponde al poema “Elegía del niño marinero”, del poemario “Marinero en tierra”. Alberti lo dedica a Manuel, hijo del editor José Ruiz-Castillo. Clara, en sus conciertos lo dedica a Pablo Domínguez, quien aportó su saber hacer a la guitarra, en el disco, pero que desgraciadamente falleció poco después de terminarlo: “Te fuiste, marinerito, / en una noche lunada, / ¡tan alegre, tan bonito, / cantando, a la mar salada! // ¡Qué humilde estaba la mar! / ¡Él cómo la gobernaba! / Tan dulce era su cantar, / que el aire se enajenaba”. 2. Ebria de amor es un poema de “Canciones para Altair”. Altair es el nombre poético que Alberti dio a su esposa María Asunción Mateo: “Ebria de amor y música celeste / bajó Altair, aquella amante noche, / de su constelación, / volviendo de la tierra / embriagada de amor, de música y de vino”. 3. Miramelindo corresponde al poema “Amor de miramelindo”, de “Marinero en tierra”: “¡Ay miramelindo, mira / qué estrellita tan galana, / suspira que te suspira, / peinándose a la ventana!”. 4. Mi amante y amada corresponde a dos poemas con el mismo título: “Mi amante”, de “Marinero en tierra”: “Mi amante lleva grabado, / en el empeine del pie, / el nombre de su adorado”. Y los versos del otro poema: “Amada de metal fino, / de los más finos cristales // —¿Quién la despertará? // —El aire, / sólo el aire”. 5. Recuérdame en Alta Mar es un poema de “Marinero en tierra”: “Recuérdame en alta mar, / amiga, cuando te vayas / y no vuelvas. // Cuando la tormenta, amiga, / clave un rejón en la vela”. 6. Sabes tanto de mí es un poema inédito dedicado a su esposa María Asunción Mateo: “Sabes tanto de mí, que yo mismo quisiera / repetir con tus labios mi propia poesía, / elegir un pasaje de mi vida primera: / un cometa en la playa, peinado por Sofía”. 7. Sevillanas del Levante es un alegre poema inédito que María Asunción encontró entre sus papeles, escrito a bolígrafo: ” Cuando sube el Levante de la bahía / el mar se vuelve loco por alegrías. / Las gaditanas, / locas por los balcones y las ventanas / Viva mi amante / porque se ha vuelto loco con el Levante. / Cuando el Levante asalta la azotea / corren las ropas tendías a la pelea / mira que risa, / ver mi blusa luchando con tu camisa” . 8. Negra flor y La Cigüeña son dos nanas que corresponden a dos poemas de “Marinero en tierra”: “Ya la flor de la noche / duerme la nana, / con la frente caída / y las alas plegadas”. Poema completo de La Cigüeña: “Que no me digan a mí / que el canto de la cigüeña / no es bueno para dormir. // Si la cigüeñita canta / arriba en el campanario, / que no me digan a mí / que no es del cielo su canto”. 9. Si mi voz es un poema dedicado al compositor Rodolfo Halffter y pertenece a “Marinero en tierra”. Incluyo el poema completo: “Si mi voz muriera en tierra, / llevadla al nivel del mar / y dejadla en la ribera. // Llevadla al nivel del mar / y nombradla capitana / de un blanco bajel de guerra. // ¡Oh mi voz condecorada / con la insignia marinera: / sobre el corazón un ancla, / sobre el corazón un ancla, / y sobre la estrella el viento, / y sobre el viento la vela!”.

En cuanto a la música en sí, se puede apreciar una base eminentemente flamenca, pero a partir de ahí, tendremos coplas, alegrías, rumbas, sevillanas, habaneras y ritmos de jazz latino. Como mencionó Clara, Alberti tuvo la oportunidad de vivir tanto en Cádiz como en Sudamérica, lo que influye en esta diversidad musical. Los músicos elegidos por Clara, demuestran su gran profesionalismo, cuidando cada detalle y arropando convenientemente la voz de la cantante, quien destaca por su impresionante habilidad vocal. Su interpretación es un verdadero deleite. Esperamos que se sigan produciendo más proyectos que fusionen poesía y música de esta manera. Sería un placer ver a Clara abordar nuevamente a otro poeta en un futuro cercano.

Shapes Like People – “Ticking Haze”

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Shapes Like People – “Ticking Haze”

Shapes Like People – Ticking Haze

Kat Mann: voz principal, guitarra acústica; Carl Mann: voces, otros instrumentos, composición, mezcla, producción.

Qué pareja tan encantadora. El matrimonio formado por Carl Mann y Kat Mann ha creado un disco impresionante, casi por casualidad. Kat, quien anteriormente había colaborado como vocalista en los coros del álbum “Daysdream” de The Shop Window, el otro proyecto de Carl, ahora brilla como la cantante principal del dúo Shapes Like People. Su disfrute es palpable, como se puede apreciar en su primer video de la canción “Ambition is your friend”, que evoca el estilo de R.E.M., así como en el video de su tercer tema, “A New Crown”, donde las expresiones encantadoras de Kat son irresistibles. Su música, un brillante pop con voces y guitarras cristalinas, invita a ser escuchada una y otra vez.

El músico británico Carl Mann lidera su proyecto The Shop Window. En su destacado álbum de 2024, titulado “Daysdream”, su esposa neozelandesa, Kat, contribuyó con algunos coros. Carl había compuesto varias canciones que no encajaban con el estilo de su banda y necesitaba una voz femenina principal, por lo que decidió invitar a Kat a participar. A pesar de sus dudas sobre si su voz sería la adecuada y de ser consciente de la meticulosidad y exigencia de Carl en las grabaciones, él la motivó a unirse al proyecto. A medida que trabajaban juntos, Carl comenzó a experimentar una creciente emoción por el resultado, mientras que Kat se sentía cada vez más cómoda en el proceso.

En el disco en sí, la música no solo es importante por su melodía, sino que también es fundamental considerar las letras, las cuales no son meramente decorativas y poseen una relevancia significativa, como se evidencia en la canción de apertura “Ambition is Your Friend”, que aborda la necesidad de dejar atrás un pasado y buscar un futuro más prometedor: “Todo lo que quiero hacer es elegir el camino por delante”. En “Never Cut Asunder”, se enfatiza la importancia de confiar en la pareja durante los momentos difíciles, con versos que sugieren la necesidad de compartir experiencias: “Historias aún no contadas / Sobre tu vida / ¿No las compartirías conmigo? / Aliviaremos la tensión / La rutina diaria / Si compartes conmigo”. Por otro lado, “A New Crown” es una canción encantadora que, al observar su vídeo oficial, revela la conexión del matrimonio y la alegría que Kat experimenta en esos momentos. Su contenido refleja un anhelo de dejar atrás la vida urbana en busca de un entorno rural, una realidad que se manifiesta en la vida de Carl y Kat, quienes han decidido mudarse a un entorno natural en Wiltshire: He estado en el humo de la ciudad. / Tuve que irme antes de ahogarme. / Quiero la sombra de un viejo castaño”. En “Weathering”, la temática gira en torno a la necesidad de derribar las barreras que nos limitan, con firmeza: Si pudieras verme ahora / Derribando los muros del hombre del espacio exterior / Capeando la tormenta / Apareciendo sonriendo y quitando los frenos”. “Don’t Hear Your Footsteps” trata sobre las dificultades en el amor: “No oigo tus pasos siguiéndome ahora / Ni un alma a la vista / Me siento tan mareado, tiempo para mí ahora / El amor no es fácil”. “Head Spun”, una canción iluminadora de brillante pop, con silbiditos incluidos, aborda el tema de la superación personal. Al igual que “Weathering”, también refleja la importancia de la determinación en el camino hacia el crecimiento y la resiliencia: “El sol brilla sobre ti hoy / No dejes que la oscuridad se apodere de ti”. “When the Radio Plays” es una pieza vibrante, un pop lleno de energía: “Voy a bailar toda la noche / Cuando la radio ponga tu canción favorita / Bailaré toda la noche / Cuando la radio ponga tu canción favorita”. En la canción “Server of the Mind”, de nuevo es encarar el presente y tratar de olvidar las dificultades del pasado: Todos los ayeres aún intentan atormentar el hoy / Se olvidaron de mencionar al servidor de la mente”. “Fireworks” se centra en el amor y la relevancia del apoyo mutuo en una relación: Fuegos artificiales, no queméis mi frágil corazón”. “The Ship is Soon to Sail”, con su matiz country, destaca la relevancia de aventurarse en nuevas experiencias y asumir riesgos, tal como lo hacen Carl y Kat en su nuevo proyecto: Cambiar los días puede ser algo muy bueno. / No tengas miedo de probar algo nuevo. / La vida es demasiado corta para repetirte. / Quien no arriesga, no gana”. Por otro lado, “Cry” es una hermosa balada de amor que expresa vulnerabilidad: “No llores cuando te cuento mis pensamientos / Solo el tiempo dirá si tu corazón es fuerte / No me des la espalda / Cuando te amo”. El álbum culmina con “World Keeps Spinning”, una canción que invita a dejar atrás el pasado y a mantener la esperanza en el futuro, recordando que: “La vida no siempre será fácil / Un tiovivo en tu cabeza / Hay momentos en los que querrás tirar la toalla / No te rindas, el camino es largo // El mundo sigue girando / La noche sigue cayendo / El amor brilla en tus ojos / El día sigue llegando / La vida sigue dando / El futuro está listo para escribirse”. Durante la grabación de las demos, Kat fue perfeccionando su voz y, con la ayuda de Carl, logró descubrir su verdadero potencial como cantante principal, dejando atrás su papel como corista. Es fundamental resaltar la habilidad de Carl para potenciar la voz de Kat y la armonización de su doble voz, además de contribuir con su propia voz en los coros. Su destreza en la grabación de instrumentos y en la producción musical lo posiciona como un auténtico maestro en el arte de la música. El resultado final es un álbum sobresaliente que evoca el estilo de The Shop Window, fusionando géneros como el dream pop y el jangle pop, con melodías de pop brillantes que transmiten tanto esperanza como melancolía. En algunos pasajes, se pueden apreciar influencias de R.E.M., mientras que en otros se recuerda a los notables The Essex Green. Un álbum que conmueve y renueva nuestra fe en las propuestas musicales auténticas.

Anouar Brahem – “After The Last Sky”

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Anouar Brahem – “After The Last Sky”

Anouar Brahem – After The Last Sky

Anouar Brahem: laúd árabe; Anja Lechner: violonchelo; Django Bates: piano; Dave Holland: contrabajo

تضيق علينا الأرض محمود درويش (La tierra se estrecha para nosotros) Mahmud Darwish – Traducción del árabe: María Luisa Prieto:

Anouar Brahem nació el 20 de octubre de 1957 en Halfaouine, en la Medina de Túnez. Su padre, artesano-grabador e impresor, y gran amante de la música, propicio que Brahem, con 10 años, se iniciara en la música y el laúd, en el Conservatorio Nacional de Música de Túnez, en compañía del gran maestro Ali Sriti. Con 15 años tocó en varias orquestas. Con 18 años, decidió dedicarse por completo a la música y regresó con Ali Sriti, quien se esforzó en transmitirle, el sutil arte del maqamat (el complicado sistema de modos de la música artística árabe) y el Taqsim. Además de servir a su herencia árabe clásica, Anouar amplió horizontes musicales, trasladando su curiosidad desde las orillas del Mediterráneo hasta Irán y la India… luego hacia el jazz. Un itinerario personal en el que confiesa: “Disfruté del cambio de aires y descubrí los estrechos vínculos que hay entre toda esta música”.

En 1982, se instaló en París. Allí permaneció cuatro años, durante los cuales colaboró con Maurice Béjart para su ballet Thalassa Mare Nostrum, así como con Gabriel Yared como solista para la música de la película Hanna K de Costa Gavras. Pero la mayor parte de su actividad se centró en la composición, especialmente para el cine y el teatro tunecinos. De vuelta a Túnez en 1985, continuó su investigación en composición. En 1987 se trasladó definitivamente a Túnez y se le confió la dirección del Conjunto Musical de la Ciudad de Túnez. Las dos creaciones Leïlatou tayer (1988) y El hizam el dhahabi (1990), están en la línea de sus primeras composiciones, y marcan lo que puede considerarse el eje principal de su obra, sin abandonar lo tradicional, se deja influir por las herencias mediterráneas, africanas, del Lejano Oriente, de la música europea y el jazz. Con Rabeb (1989) y Andalousïat (1990), Anouar Brahem volvió a la música artística tradicional. Con Ennaouara el Achiqua (1987), reflejando el carácter ecléctico e innovador de su música, Brahem propone, por primera vez en su itinerario, un concierto de canto, nacido de su encuentro con el poeta Ali Louati.

En 1990, decidió dejar la EMVT y voló a Estados Unidos y Canadá. Fue a su regreso de este viaje cuando conoció a Manfred Eicher, el productor -fundador del sello discográfico alemán ECM Records– del que nació una rica colaboración que, sin duda, marcaría una etapa importante en su trabajo. Con once álbumes en mente, todos ellos con una notable acogida por parte de la prensa internacional y del público en el momento de su publicación, su discografía es una de las más bellas del catálogo de ECM.

No me extenderé en la discografía de ECM, pero es importante señalar su álbum previo de 2017, Blue Maqams, dado que los dos músicos británicos, el bajista Dave Holland y el pianista Django Bates, participan nuevamente en su más reciente trabajo. La única modificación en la alineación es el reemplazo del baterista Jack DeJohnette por la violonchelista Anja Lechner. De este modo, su nuevo disco, After The Last Sky, adquiere una nueva dimensión musical al prescindir de la batería, lo que permite que el violonchelo, junto con el laúd y el respaldo del piano y el contrabajo, generen unas emotivas piezas.

El título del álbum proviene de un verso del poeta palestino Mahmud Darwish: ¿Dónde volarán los pájaros después del último cielo?. Aunque la obra de Anouar refleja profundamente la realidad de Palestina, el disco fue grabado meses antes de los atentados de Hamas, que intensificaron el conflicto en Gaza, el cual, lamentablemente, persiste.

Musicalmente, el álbum ofrece un sutil jazz de cámara con una marcada influencia árabe, destacándose el laúd de Anouar Brahem. Anouar, quien ya había trabajado previamente en el disco anterior con los músicos ingleses reconocidos, Dave Holland (con el que tiene alguna colaboración más) y Django Bates, vuelve a contar con ambos músicos en el nuevo trabajo. Un aspecto notable de este disco es la sonoridad que aporta el violonchelo de Anja Lechner. En la pista de apertura, Anouar, con generosidad, permite que el violonchelo de Anja se desarrolle en armonía con el piano de Django, creando un inicio cautivador. En la segunda canción, la que da título al álbum y toma su nombre de un verso de Mahmud, Anouar brilla con su laúd, iniciando la pieza y permitiendo que los demás instrumentos se integren, para seguir manteniendo la prominencia del laúd a lo largo de la pista. Las composiciones en las que participan los cuatro músicos, que abarcan siete de las once piezas, conservan una línea similar, teniendo el laúd como elemento central, y siendo respaldado por sus tres destacados acompañantes, los cuales cuentan también con sus pequeñas intervenciones personales en el violonchelo, el piano y el contrabajo, dentro de cada pista. En ciertas canciones, es importante observar que Anouar complementa el sonido del laúd con un tipo de tarareo vocal. En la pista inicial eran dos músicos los que intervenían, como ya dije antes, y lo mismo sucede en otras tres pistas, como en “The Eternal Olive Tree”, donde se produce un enriquecedor diálogo entre el laúd de Anouar y el contrabajo de Holland. En “In the Shade of Your Eyes”, el violonchelo de Anja introduce el tema, dando paso al laúd de Anouar. Por último, el espíritu de Edward Wadie Said, activista palestino-estadounidense, además de crítico literario, se encuentra en “Edward Said’s Reverie”, una hermosa melodía, donde el piano de Django Bates y el violonchelo de Anja Lechner asumen el protagonismo. Todas las composiciones son obra de Anouar Brahem, quien ha buscado expresar mediante su emotiva música el sufrimiento y el desplazamiento del pueblo palestino.

Cynefin – “Shimli”

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Cynefin – “Shimli”

Cynefin – Shimli

Owen Shiers: Llais/Voice, Gîtâr/Guitar, Glockenspiel, Offer Taro/Percussion; Alfie Weedon: Bas Dwbl/Double Bass; Fred Harper & Charles Van Kirk: Dryms ac Offer Taro/Drums and Percussion; Chris Roberts: Gîtâr/Guitar; Steve Chadwick: Offer Pres/Horns; Maria Chiara Argìro & Laurence Greed: Piano; Flora Curzon, James Joseph Flannery, William Clark-Maxwell, Millie Ashton, Jack Greed: Lllinynnau/Strings; Cerys Hafana: Telyn Deiries / Triple Harp; Ailsa Mair Hughes: Sielo/Cello; Band Gwynt Machynlleth Wind Band: Rhagarweiniad/Intro – Mae’r Nen Yn Ei Glesni; Trefniannau Llinynnau/String Arrangements: Owen Shiers, Laurence Greed, Tom Greed.

Detrás del proyecto Cynefin se encuentra Owen Shiers, un músico galés del condado de Ceredigion. Owen explica que “cynefin” es un término galés que originalmente se refería a los caminos y huellas que los animales siguen en las laderas, pero que ha evolucionado para representar un sentido profundo de pertenencia y conexión con el lugar. Este proyecto nació tras recibir una beca para investigar las canciones folclóricas olvidadas de su tierra natal, con la intención de crear un mapa musical de Ceredigion, comenzando en el valle de Clettwr, donde creció. Su investigación se materializó en el álbum “Dilyn Afon”, lanzado en 2020 y producido por su mentor John Hollis, el cual fue aclamado por la crítica y nominado a Álbum del Año en Galés 2020. “Shimli” es la continuación de este trabajo, explorando las tradiciones de Ceredigion y tomando su nombre de las antiguas vigilias musicales y poéticas que se realizaban en molinos y talleres. A través de la fusión de música folclórica, poesía popular y relatos orales, el álbum investiga la relación entre la música, la poesía, la gastronomía y la naturaleza, mientras Owen se esfuerza por preservar su idioma y cultura, contribuyendo así a su rescate y promoción.

Owen nos explica lo que significan las canciones, así, la inicial, Helmi, introduce la letra de un viejo poema olvidado de un granjero de Prengwyn, Ifan Jones. En el poema, Jones Evans describe la granja familiar rodeada por un ejército resistente de helmi (pasteles de maíz) con uniformes dorados, protegiendo a los habitantes de la hambruna y el frío invernal. Por muy romántica que parezca la representación, el poema es un relato conmovedor y lírico de un pasado no muy lejano. No solo ha desaparecido helmi del paisaje galés, sino que también lo han hecho los cultivos nativos que una vez alimentaron a la nación. Para un país que ahora depende casi por completo de los alimentos importados, puede haber un mensaje oportuno en sus palabras. Cornicyll (que significa avefría), está inspirada en el poema del poeta y granjero Dic Jones y en mi propia visita con Ben Porter a la reserva de avefrías en Ynys Hir y es un comentario sobre la desaparición del ave tanto del paisaje como de la memoria cultural. Mae’r Nen Yn Ei Glesni es una canción tradicional de mayo con un toque bastante optimista, presenta las palabras del poeta Jacob Davies cantando las alabanzas de la primavera mientras nos despierta de nuestro sueño invernal. Shili Ga Bwd versa sobre la planta del ajenjo y sus propiedades medicinales, así como la de otras plantas. Y Medelwr aborda la abundancia de cultivos en el pasado, contrastando con la escasez actual. Cwm Altcafan es una canción que rinde homenaje a un desfiladero que desemboca en un río que solía estar lleno de peces. Pryd Y Potsiwr narra la vida del cazador furtivo que dependía de la caza para sobrevivir. Cwrw Bach se centra en la cerveza artesanal que se comercializaba en pequeñas reuniones comunitarias. Pont Llanio es un lamento por una planta procesadora de leche que tuvo gran importancia en el pasado, pero lleva abandonada desde hace muchos años. Pysgota, que significa pesca, expresa la tristeza por la disminución de los recursos pesqueros. Faerdre Fach, hace mención a un pequeño asentamiento cerca de Llandysul en Ceredigion, que funcionó como un centro administrativo local en la Edad Media. Sin embargo, con el cambio de nombre a “Happy Donkey Hill” hace más de una década, se ha perdido el sentido de contexto histórico y local, ya que este nuevo nombre busca atraer a los turistas.

En el ámbito musical, destaca la predominancia de la instrumentación acústica. La voz suave de Owen, acompañada de su guitarra, se enriquece con el contrabajo y ocasionales toques de percusión o piano, como se aprecia en la canción final del álbum, Faerdre Fach, donde también se incorporan cuerdas, al igual que en otras piezas como Shili Ga Bwd y Cwm Altcafan, así como en la melancólica Pont Llanio, que incluye el arpa y otros elementos. En temas como Mae’r Nen Yn Ei Glesni, los metales irrumpen, otorgando a la pieza un matiz entre jazz y folk. En Cornicyll, el silbido y la flauta evocan el lamento por la disminución del avefría. La melodiosa voz de Owen Shiers transmite paz y serenidad en un álbum que invita a reflexionar sobre el olvido cultural e identitario de su tierra natal, presentando un trabajo delicado que merece ser considerado.

Thacker & Jablonska – “Songs of the Roma”

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Thacker & Jablonska – “Songs of the Roma”

Simon Thacker & Justyna Jablonska – Songs of the Roma

Simon Thacker (classical guitar) & Justyna Jablonska (cello) with special guests: Masha Natanson (voice/violin), Gyula “Julius” Csík (cimbalom), Gyula Lázár (double bass)

El disco que recomiendo como sugerencia, “Songs of the Roma”, es un trabajo que presenta fundamentalmente a tres protagonistas: Simon Thacker, Justina Jablonska y Masha Natanson, aunque sin obviar la colaboración de Gyula “Julius” Csík y de Gyula Lázár, dos músicos, que merecen, por supuesto, nuestro reconocimiento.

En primer lugar, Simon Thacker, un escocés con formación musical clásica, es compositor, guitarrista clásico y director de orquesta. Su interés por explorar otros géneros y culturas lo llevó a fundar Svara-Kanti, una comunidad indo-occidental que busca crear nuevos mundos sonoros a partir de tradiciones clásicas, folclóricas y espirituales del subcontinente indio. Desde su inicio como cuarteto en 2011, el grupo ha evolucionado a un colectivo con diversas alineaciones, cada una enfocada en diferentes influencias musicales del subcontinente, como el clásico indostaní, el clásico carnático, el folk punjabi y la tradición mística Baul. Su álbum doble Trikala, lanzado en 2018, recibió elogios internacionales y ganó un Scottish New Music Award en 2019. Además, Thacker dirige Ritmata, un laboratorio musical donde colabora con destacados improvisadores europeos, creando música que desafía los límites a través de la complejidad y la improvisación. Su obra “Quadriga in 5”, del álbum “Tàradh” , fue nominada a los prestigiosos Ivors Composer Awards en 2019. Simon ha lanzado otra iniciativa llamada Karmana, en colaboración con la violonchelista polaca Justyna Jablonska, con el objetivo de ofrecer una nueva perspectiva en la música de cámara y han lanzado un disco bajo el mismo nombre.

Nuestra segunda protagonista es Justyna Jablonska, una música polaca que reside en Edimburgo. Ha desarrollado una carrera vibrante en la música clásica contemporánea y la fusión durante la última década. Es conocida por su virtuosismo y su enfoque en la interdisciplinariedad y la interpretación experimental. Jablonska se presenta frecuentemente en eventos de música clásica y del mundo en el Reino Unido y Europa. En 2022, lanzó su primer álbum intercultural junto a la violinista carnática Jyotsna Srikanth, titulado “Songs for Cello and Carnatic Violin”, y también presentó su primer trabajo multimedia en solitario, “Lost and Found: A Cellist’s Journey”. En octubre de 2023, obtuvo un doctorado en práctica musical creativa en el Real Conservatorio de Escocia, centrado en la colaboración con una violinista del sur de la India, explorando tradiciones carnáticas y la improvisación libre, financiado por una beca del Carnegie Trust. Justyna posee una maestría de la RNCM, donde estudió con Peter Dixon, y ha trabajado con destacados músicos en la Academia del Festival de Lucerna desde 2014, lo que le ha permitido seguir actuando como parte de Lucerne Festival Alumni.

Por último, Masha Natanson, es una cantante y violinista que proviene de una familia con una fuerte herencia musical. Su madre, quien cantaba canciones gitanas y rusas, le inculcó su pasión por la música. No obstante, Masha optó por seguir su propio camino. A los 15 años, abandonó la escuela de música y su hogar, trasladándose a las montañas para descubrir la música tradicional de los Cárpatos y de las comunidades gitanas. Al integrarse en grupos folclóricos locales, aprendió muchas melodías en diversos idiomas y dialectos de esta región multicultural. Vivió en varios lugares, tocando música para subsistir. Durante casi un año, también formó parte de la banda gitana Kałe Kała, y en 2004 comenzó a colaborar con artistas de música del mundo en Lublin, lo que la llevó a crear su propia banda, Čači Vorba, dos años después. Masha no solo adapta un amplio repertorio de canciones tradicionales, que van desde romances rusos hasta rebetiko griegos, sino que también compone letras en lengua romaní. Sus letras abordan temas como el amor, la búsqueda de raíces perdidas, el constante deambular, el ciclo de vida y muerte, y la situación de la mujer en sociedades tradicionales. Su voz poderosa y carismática, junto con sus interpretaciones emotivas, han sido muy valoradas por los aficionados a la música en todo el mundo, reflejando su profunda pasión por la música y su talento como artista excepcional de Europa del Este.

“Songs of the Roma” es un disco para degustar. En la parte musical deberemos prestar especial atención a la maestría en la guitarra clásica de Simon Thacker, donde ha sabido fundir los sonidos gitanos balcánicos y rumanos con reminiscencias de Django Reinhardt, los sonidos de India y los clásicos de su formación. Justyna Jablonska en el cello está también impresionante, al igual que Masha Natanson en el violín. Por su parte, Gyula “Julius” Csík, es un maestro en el címbalo húngaro, dotando a las canciones de una atmósfera especial. No debemos olvidar la aportación de Gyula Lázár en el doble bajo. Dos de las canciones son instrumentales, “Jolta”, en trío, con el virtuosismo de Simon en guitarra, Justyna en el violonchelo y Gyula Csík en el címbalo. El otro tema instrumental es “Phirado”, aquí en formación de cuarteto, con la adicción del contrabajo de Gyula Lázár. Las seis canciones restantes, con la base musical de estos talentosos músicos, cuentan con la impresionante voz de Masha, quien transmite con gran sensibilidad la esencia de las canciones romanís. Este álbum representa no solo una exhibición de destreza tanto instrumental como vocal, sino que también rinde homenaje a la abundante herencia cultural de la música gitana, integrando influencias de diversas tradiciones musicales.

Mulatu Astatke & Hoodna Orchestra – “Tension”

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Mulatu Astatke & Hoodna Orchestra – “Tension”

Mulatu Astatke & Hoodna Orchestra – Tension

Mulatu Astatke – vibráfono, piano, percusión; Ilan Smilan – guitarra; Eitan Drabkin – órgano; Nadav Bracha – bajo; Eylon Tushiner – saxofón tenor, flauta; Elad Gellert – saxofón barítono; Bar Ashkenazi – trompeta, fliscorno; Matan Assayag – batería; Raz Eytan – percusión; Shahar Ber – percusión; Ran Birnbaum – percusión; Neal Sugarman – saxo tenor en el #5 saxo alto en el #5; Udi Raz – trombón en el # 3

El primer álbum sugerido para 2025 es “Tension”, lanzado el año anterior pero presentado a finales de ese mismo año. Este trabajo representa una fusión de géneros que incluye jazz, soul, funk y rock, enriquecido con influencias etíopes, latinas y psicodélicas. El liderazgo corre a cargo del destacado músico etíope Mulate Astatke, quien colabora con la reconocida formación Hoodna Orchestra.

Mulatu Astatke es un destacado músico etíope de 81 años, originario de Jimma, Etiopia. Durante la década de 1950, residió y estudió en Londres, y posteriormente en Boston y Nueva York. Su interés inicial por el jazz y la música latina evolucionó hacia el funk y el soul, lo que le permitió fusionar estos géneros con ritmos tradicionales etíopes, creando así el estilo conocido como “Ethio-jazz”. Aunque su música era apreciada en círculos entendidos y locales, el lanzamiento del álbum recopilatorio ‘”Éthiopiques” en 1998, y su inclusión en la banda sonora de “Broken Flowers”, película de Jim Jarmush de 2005, ampliaron significativamente su reconocimiento.

Hoodna Orchestra es una agrupación compuesta por 12 integrantes, establecida en 2012 en el sur de Tel Aviv. Su unión se basa en la pasión por el afrobeat, el cual han fusionado con elementos de rock psicodélico, funk, soul y jazz. Aunque todos los integrantes poseen una sólida formación musical, destacan el guitarrista Ilan Smilan y el organista Eitan Drabkin de Sababa 5, el baterista Matan Assayag del trío Shalosh, el percusionista Rani Birenbaum de The Faithful Brothers y la colaboración del saxofonista y multiinstrumentista reconocido, Neal Sugarman, quien además ejerce de productor. La orquesta Llevaba un tiempo fascinada por los sonidos etíopes de Mulatu Astatke, y tras la colaboración, más que satisfactoria, con la cantante etíope Tesfaye Negatu, decidieron invitar a Mulatu a participar en la grabación de un álbum y las presentaciones correspondientes en vivo.

El álbum “Tension”, aunque grabado en 2023, fue lanzado a finales de 2024. La obra inicia con la canción que le da nombre, “Tension”, donde el vibráfono distintivo de Mulatu Astatke establece el ambiente, seguido por la batería de Matan Assayag, el bajo de Nadav Bracha y la percusión de Ran Birnbaum, que conducen a la sección de metales, destacando nuevamente el vibráfono de Mulatu y el saxofón de Eylon Tushiner. La pieza “Major” resalta el espléndido manejo del órgano de Eitan Drabkin, acompañado por metales, percusiones y la guitarra de Ilan Smilan, mientras que “Hatula” ofrece una atmósfera más tranquila y nocturna, con Mulatu tocando suavemente el piano, respaldado por la sección rítmica y los metales. “Yashan”, la pista más larga del álbum, continúa la atmósfera de la anterior, con Mulatu regresando al vibráfono y tocando de manera sutil, acentuado por el bajo de Nadav Bracha, la batería y las percusiones, donde los metales aparecen y desaparecen, culminando en un destacado solo de vibráfono de Mulatu y una demostración de maestría por parte de Elad Gellert en el saxofón barítono. “Delilah”, con su fusión de jazz latino y matices africanos, resalta por el cautivador sonido de la flauta de Eylon Tushiner. Mulate demuestra una vez más su maestría en el vibráfono, mientras que Ilan Smilan presenta un solo de guitarra magistral que combina elementos africanos con toques de psicodelia. El tema “Dung Gate” concluye el álbum con un cautivador predominio de percusiones y metales. Mulatu complementa la pieza con los matices precisos del vibráfono.

La asociación entre Mulatu y Hoodna Orchestra ha resultado ser sumamente fructífera, dando lugar a una fusión de elementos deslumbrantes. Este intercambio artístico no solo resalta la maestría de Mulatu, sino que también pone de manifiesto el talento colectivo de Hoodna Orchestra. La sinergia entre ambos ha dado lugar a un trabajo que trasciende fronteras y celebra la diversidad cultural.

Diego Amador & Cofiner – “Suite flamenca”

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Diego Amador & Cofiner – “Suite flamenca”

Diego Amador y Enrique Cofiner “Suite flamenca”

Diego Amador y Enrique Cofiner “Suite flamenca” © Fundación Enrique Cofiner, Boileau Music, 2025 (28 de marzo de 2025). Si en el anterior disco recomendado primaba la guitarra clásica, en este nuevo sugerido ocupa protagonismo la guitarra flamenca, pero también el piano. Diego Amador, el hermano, un poco en la sombra, de la familia, debido a la preponderancia de sus hermanos Raimundo y Rafael, se destaca como un músico multiinstrumentista, capaz de tocar el piano y la guitarra flamenca, con la misma soltura, además de otros instrumentos. El disco presenta composiciones de Enrique Escudé-Cofiner i Graugés. Nacido en Barcelona en 1909 y fallecido en 1996, fue un notable pianista, organista y compositor español. Proveniente de una familia con raíces en la música, su padre era un guitarrista gitano, lo que influyó en su obra, como se puede apreciar en “Estampas gitanas”. A raíz de esta obra, el pianista y compositor Carles Marigó, a solicitud de la hija de Cofiner, creó “Embrujo”, un álbum destacado de 2021. Posteriormente, la Fundación Enrique Cofiner propuso a Diego Amador la realización de un disco que incluyera composiciones de Cofiner, lo que llevó a Amador a desarrollar el proyecto “Suite flamenca”, obra de Cofiner, pero tomando como inspiración “Embrujo”, de Marigó. En esta obra, Amador va más lejos al compartir un mismo plano la guitarra flamenca y el piano. El disco se compone de cinco temas que abarcan diferentes palos flamencos: bulerías, tango, seguiriya, tanguillo, soleá y fandango. Su dedicación al proyecto ha sido meticulosa, y el resultado es excepcional. Diego Amador se encarga de todos los instrumentos, excepto de la percusión, que es interpretada, y muy bien, por su hijo, Diego Amador junior. Además de destacar como pianista y guitarrista flamenco, Amador demuestra ser un multiinstrumentista sobresaliente. La primera pista del álbum presenta a Diego Amador explicando el enfoque del proyecto, mientras que las cinco pistas restantes constituyen el disco en sí.

Krzysztof Meisinger – “The Spanish Album”

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Krzysztof Meisinger – “The Spanish Album”

Meisinger “The Spanish Album”

Meisinger “The Spanish Album” © Chandos (28 de marzo de 2025). Nacido en 1984, en Glogów, Polonia, Krzysztof Meisinger es uno de los guitarristas clásicos más reputados de la actualidad. Cuenta en su haber con una docena de trabajos. Su disco Elogio de la Guitarra, de 2021, fue aclamado por la crítica. En él, acometía composiciones del maestro Rodrigo, Miguel Llobet, Mario Castelnovo-Tedesco y Astor Piazolla. Para este su nuevo disco, se centra totalmente en composiciones que tienen que ver con España. Así, tenemos composiciones de Manuel de Falla, Francisco Tárrega, Maurice Ravel, Boccherini, Isaac Albéniz, Vicente Amigo y algunas piezas tradicionales. Krzysztof Meisinger: guitarra clásica y todos los arreglos. Meisinger cuenta con la colaboración de Patrycja Betley en la percusión y de los Meisinger Soloists: Anna Maria Staskiewicz y Kamil Staniczek: violín; Marek Czech: viola; Marcel Markowski: violonchelo; Michal Sobus: doble bajo; Maria Wilgos: laúd. He modificado la lista de reproducción y, dado que nos encontramos en Semana Santa, sitúo en primer lugar la pieza que mejor se presta, que no es otra que “Requiem”, una composición de Vicente Amigo. En esta oportunidad, también se incluye su vídeo oficial.

Will Mason Quartet – “Hemlocks, Peacocks”

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Will Mason Quartet – “Hemlocks, Peacocks”

Will Mason Quartet “Hemlocks, Peacocks”

Will Mason Quartet “Hemlocks, Peacocks” © New Focus Recordings (10 de enero de 2025). Extraordinario disco el que ha realizado el batería Will Mason junto a sus tres acompañantes de lujo, entre ellos, la esplendida saxofonista tenor, Anna Webber, con un disco reciente en la misma línea, que merece también la pena: “simpletrio2000” . El disco que nos ocupa está grabado en una capilla de Nueva Inglaterra, para aprovechar la resonancia brindada por su interior. La música se inspira en la composición de La Monte Young, “The Well Tuned Piano”, en “Hemlock”, pintura de 1956, de la pintora Joan Mitchell y en el poema “Domination of Black”, del poeta Wallace Stevens. El cuarteto explora la música de jazz de cámara microtonal, es decir, si una octava se divide en 12 semitonos iguales, en la música microtonal pueden ser 15, 17, 19, 22, 31, 41 y 53 notas por octava. Anna Webber: tenor saxophone; Daniel Fisher-Lochhead: alto saxophone; deVon Russell Gray: keyboards; Will Mason: drums. Podéis visitar los siguientes enlaces de las obras inspiradoras, picando en ellos: La Monte Young “The Well Tuned Piano” / “Hemlock” Joan Mitchell (Pintura en Whitney Museum of American Art)/ “Domination of Black” Poema de Wallace Stevens. Se incluyen en el enlace, el poema original y la traducción al español.

Edwyn Collins – “Nation Shall Speak Unto Nation”

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Edwyn Collins – “Nation Shall Speak Unto Nation”

Edwyn Collins “Nation Shall Speak Unto Nation”

Edwyn Collins “Nation Shall Speak Unto Nation” © AED Records (14 de marzo de 2025). El cantante escocés Edwyn Collins, vuelve a grabar después de seis años de su anterior disco, Badbea. Su carrera a partir de febrero de 2005, parecía estar truncada, después de haber sufrido dos hemorragias cerebrales. Perdió prácticamente el habla y tenía limitados enormemente los movimientos. Gracias a su perseverancia y al apoyo incondicional de su esposa, Grace Maxwell, Edwyn logró volver a hablar y andar. En 2010 grabó un disco, corroborado con otros dos más, hasta llegar a este Nation Shall Speak Unto Nation. El álbum presenta su sonido distintivo, fusionando elementos de country, rock, soul y ryhtm and blues o folk, en alguna canción más introspectiva. No se puede encontrar mejor acompañado, con su hijo Will en el bajo, el guitarrista de The Pretenders, James Walbourne y el cantante y multi instrumentista Carwyn Ellis, responsable de la banda galesa Colorama. A pesar de la variedad de estilos en las composiciones, como ya comente antes, la esencia melódica se mantiene en su distintivo pop rock, y aunque hay momentos de reflexión sobre su pasado, las letras en su conjunto transmiten un renovado optimismo.

Dana Gavanski – “Again Again”

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Dana Gavanski – “Again Again”

Dana Gavanski “Again Again”

Dana Gavanski “Again Again” © Full Time Hoby (7 de marzo de 2025). La cantautora canadiense cautivó al público en sus inicios hace cinco años. Aunque su segundo álbum mostró una ligera caída, logró recuperarse con su tercer trabajo, “Late Slap” (2024). Este ascenso se reafirma con su nuevo EP de cinco canciones, que considero sus mejores composiciones hasta la fecha. Dana ha vuelto a la esencia de su música y se muestra radiante junto al piano vertical que ha utilizado. La colaboración de Syd Kemp crea la atmósfera perfecta. La pena es que los 18 minutos se nos pasan en un suspiro.

Russ Lossing – “Moon Inhabitants”

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Russ Lossing – “Moon Inhabitants”

Russ Lossing “Moon Inhabitants”

Russ Lossing “Moon Inhabitants” © Sunnyside Records (21 de febrero de 2025).El pianista estadounidense Russ Lossing entrega en “Moon Inhabitants” una obra de jazz contemporáneo delicada y expansiva. Junto al contrabajista Masa Kamaguchi y el baterista Billy Mintz, explora un lenguaje sonoro de gran sutileza, donde cada silencio cuenta y las melodías flotan con una lógica interior propia. El disco destaca por su sentido del espacio, por una interacción libre pero profundamente atenta entre los tres músicos, y por una atmósfera que oscila entre la contemplación lunar y la tensión subterránea. Una escucha ideal para quienes disfrutan del jazz como experiencia íntima, casi meditativa. Russ Lossing – piano; Masa Kamaguchi – bass; Billy Mintz – drums.

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