Novela muy
desesperanzada del escritor húngaro. Escrita en 1934, parece preveer el
futuro desolador que se avecinaba en
Europa a raíz del violento auge del
nacionalsocialismo alemán, al que
Sándor Márai criticaba duramente en artículos de prensa.En el libro se deja ver la
pérdida de la
identidad burguesa, que tanto había costado afianzar en los años posteriores a la
Primera Guerra Mundial.
Márai en el libro deja constancia del
fin de una época del
Humanismo burgués, que tanto había apreciado y preservado la Cultura en todas sus manifestaciones.

El protagonista
Viktor Askenasi, profesor en el Instituto de Estudios Orientales de París, emprenderá un
viaje en un intento de
reencontrarse a sí mismo. Su vida conyugal no le satisface y su alejamiento del hogar viviendo con una bailarina, con sus intermitentes momentos de felicidad, tampoco le complacen plenamente.Hay una
crítica a la
doble moral que estaba teniendo lugar en esos años. Sí se aprobaba vivir con la esposa y tener una amante, pero nunca abandonar el matrimonio.A través de
flashbacks asistimos a su vida con ambas mujeres y al momento presente de sus viajes y estancias.Otra reflexión que destaca en el libro es la
crisis del
hombre que ronda la
cincuentena.
Viktor que antes de emprender el viaje era muy
racional, irá cambiando poco a poco. Ocurrirá un hecho crucial. Buscará un
sentido a su vida en la sinrazón en la que parece habitar.Muy
amargas debieron ser estas
páginas para
Sándor Márai; páginas que eran como una
parábola de la
Europa que se tambaleaba
gravemente enferma por el auge de los
nacionalismos radicales y de la
intolerancia; de
amenaza e inseguridad para el
hombre civilizado.
Viktor Askenasi, viaja a
Dubrovnik y allí entre otras ocupaciones, escuchará música:
«La música acabó y los músicos guardaron sus instrumentos en los estuches, las parejas se cogieron del brazo y emprendieron el camino a casa. «Muy bien, marchaos a casa —pensó Askenasi y, como si hubiera llegado a un puerto seguro y hubiera comido del árbol de la ciencia, apoyó los codos sobre la mesa y siguió con la mirada a las parejas que se alejaban, mientras exhalaba anillos de humo—. Idos a casa, a la cama y a la mesa, seguid saboreando, gota a gota y con prudencia, el néctar de la felicidad…»
En el vídeo, el grupo de jazz de
Croacia,
Gadjo Manouche, interpreta una pieza:
Gadjo Manouche:Violin:
Radovan Bjelajac Double Bass:
Mario Žuvela
Guitar:
Ivan Grgić Špiro
Guitar:
Krešimir Tomić Bonzo
Clarinet:
Franjo StojakovicEditorial:
Salamandra, Edición 2015
Colección:
Letras de Bolsillo
Traducción:
Mária Szijj
Fuente de Imagen de
Sándor Márai y su mujer,
Lola Matzner (1923): Propiedad del
«Legado Marai»¡Si te ha gustado, comparte, Gracias!