Portada viernes negro

David Goodis “Black Friday” (1954) Libro, “Viernes Negro”, Ed. Júcar 1990

Un hombre, Al Hart, parece estar huyendo de la policia, acusado de un crimen. Tiene que abandonar su maleta en el tren; sólo dispone de su chaqueta y en el duro invierno de Philadelphia, por sus calles, es difícil sobrevivir. Sólo tiene en su mente la idea de hacerse con un abrigo a toda costa.
Coincidirá con unos delincuentes, refugiándose en su casa. Pero no será nada fácil conseguir su beneplácito.

Tras un comienzo vertiginoso en el exterior de Philadelphia, la narración prácticamente hasta el final, transcurrirá en el interior de una casa, volviéndose claustrofóbica.

Goodis, planteará un sutil juego psicológico entre sus moradores. Sigue de cerca en la narración a Hart, cuya preocupación será integrarse como mejor pueda entre ellos para, transcurridas varias semanas, una vez que la policia afloje la persecución; poder buscarse la vida.

La narración de Goodis es impecable. En ningún momento decae, mas bien al contrario. Los personajes están bien perfilados, destacando las figuras del propio Hart, con los secretos que parece albergar y de Charley, cabecilla de la banda, un verdadero profesional del crimen, con sus luces y sus sombras y ciertas debilidades que otorgan más veracidad a su persona.

 

Hart planteará juegos ambiguos entre los miembros del grupo. Intentará ganarse la confianza del cabecilla, Charley, como también de la rolliza Frieda, querida del jefe; creando tensiones entre los tres personajes. Vive con ellos otra joven flacucha, Myrna, quien tendrá sus momentos relevantes dentro de la narración. Mattone es el miembro desconfiado y peligroso. No puede ver al prófugo intruso que ha trabado tanta complicidad con su jefe, amenazando su posición. Rizzio es el miembro más pasivo, no se mete en líos.

Hart ha cometido una acción penada, que sin desvelar trama; explicará en un momento dado. Tiene estudios, Bellas Artes, gusta de las obras de arte. Pero como lo recriminan otros miembros, parece atraer la mala suerte. Es un perdedor. Sabe que el futuro presenta escasas salidas. Intenta sobrevivir ante situaciones adversas.

El título del libro hace referencia al día considerado de mala suerte: viernes trece, equivalente al martes trece en nuestra cultura. Ese día tendrán que realizar un trabajo especial los delincuentes, con las consabidos supersticiones por parte de algún miembro de la banda, añadiendo las dudas y la fatalidad que parece perseguir al protagonista:

“El viernes, pensó Hart. Recordó la fecha del Inquirer de ese día. Era el 11 de enero. De modo que el viernes sería 13. Eso no le gustaba, y se dijo que el viernes sería un día de mal augurio. Pero quizás no. Quizás si él podía…”

Goodis, regresó en 1950 a Philadelphia con su madre y un hermano esquizofrénico. Muchas noches salía a los barrios bajos, frecuentaba Clubes y localuchos donde conoció a toda clase de gente relacionada con ese mundo. De este modo conoció bien el ambiente de arrabal, que luego tan certeramente plasmó en sus libros. En el segundo tomo autobiográfico de Ricardo Piglia (ver aquí), refiere una conversación con Juan Carlos Onetti, quien manifiesta que para él, el escritor que más aprecia de novela negra es David Goodis.

La novela de editorial Júcar es difícil de conseguir, salvo en librerías de viejo o alguna biblioteca. Existe una edición de 2011 de la editorial R.B.A., Serie Negra:

 

David Goodis era un amante del jazz y la figura más nombrada en el libro es Dizzy Gillespie:

“La cena fue una comida muy ruidosa, pero la mayor parte del ruido llegó desde la radio. Habían subido su volumen al máximo, y el encargado de seleccionar las grabaciones pasó muchos discos de Dizzy Gillespie. Comieron las tiernas costillas de ternera, mientras la trompeta de Dizzy subía a tonos cada vez más altos, hasta que ellos sintieron deseos de mirar hacia arriba para ver si no estaba agujereado el techo.”

En el disco siguiente, tenemos a Dizzy Gillespie en tomas en directo en 1971, con The Mitchell​-​Ruff Duo:

Editorial: Júcar, edición 1990
Colección: Etiqueta negra, Número 123
Traducción: Bruno Suárez

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