Sugerencias de escucha correspondientes a los últimos cuatro meses de 2023.

Joanna Sternberg – I’ve Got Me (Fat Possum 2023)

Joanna Sternberg: Vocals, Cello, Drums, Guitar, Double Bass, Violin, Electric Bass, Piano, Keyboards.

Cuatro años han transcurrido desde el álbum de debut, Then I Try Some More, hasta el reciente I’ve Got Me, de la cantante, compositora, multiinstrumentista y artista visual neoyorkina, Joanna Sternberg.

Vamos a retroceder un poco en su biografía para darnos cuenta de sus tempranos comienzos en el aprendizaje de la música, pues con tan sólo 5 añitos inició las clases de piano. Con 11 años Joanna aprendió a tocar la guitarra y el bajo eléctrico. Estudió en La Guardia High School of Music and Art en Manhattan y más tarde obtuvo beca para el Mannes College of Music, donde estudió contrabajo clásico. Aparcó un tiempo los estudios y se dedicó a su otra pasión, dibujar cómics. De nuevo con una beca se licenció en interpretación de contrabajo en The New School for Jazz & Contemporary Music. Comienza a cantar con 23 años y con 24 en público, pero además componiendo sus propias canciones, acompañándose con variados instrumentos (contrabajo, bajo eléctrico, guitarra, piano, violín, batería, banjo y mandolina).

En cuanto al disco I’ve Got Me, sus canciones hablan de tratar de superar el día a día, teniendo autoconfianza pero también autoconciencia de los propios defectos, tratando de apoyarnos en las personas que verdaderamente se entregan a los demás. En la primera canción, que da título al disco, I’ve got me, ya podemos observar estas temáticas: I’ve Got Me, In the Morning! / I’ve Got Me, In The Evening! / And all my faults and flaws and lies / Are no one’s fault but mine (¡Me tengo, por la mañana! / ¡Me tengo, por la noche! /Y todas mis faltas, defectos y mentiras / No son culpa de nadie más que mía). También habla de tratar de encontrar un día a la persona en la que nos podamos respaldar y lo mismo al contrario, tal como nos expresa en I Will Be With You, One day, you’ll see, / How your life was meant to share with me. / I will be with you, / We’ll start our lives new, / I will be with you someday. (Un día, ya verás, / Cómo tu vida estaba destinada a compartir conmigo. / Yo estaré contigo, / Comenzaremos nuestras vidas de nuevo, / Estaré contigo algún día.). Sus canciones hablan también del aprendizaje de los errores para favorecer un cambio, tratando de ser honesto con uno mismo y con los demás, como en Mountains High, I’m trying hard not to lie anymore / I don’t wanna be the person I was before. (Estoy tratando de no mentir más / No quiero ser la persona que era antes). Son historias de amores y desamores, de hundimientos y resurgimientos en clave folk o en lamentos blues, que tan bien se adaptan a su desmadejada voz y la ayuda de una guitarra, como en su canción inicial, Stockholm Syndrome o The Love I Give; aunque suele ampararse también en el piano y nos recuerda a Randy Newman y Carole King, como en I Will Be With You, Drifting On A Cloud, Mountains High o Right Here. Pero también introduce algunos instrumentos más en otras canciones, demostrando su capacidad multiinstrumentista, como en People Are Toys To You, I’ll Make You Mine, She Dreams, The Human Magnet Song o la canción final, The Song.

Merece destacarse su faceta de dibujante de cómics, de ahí la portada del disco y las ilustraciones en clave de cómic con sus textos, que acompañan los vídeos de cada canción, puestos en movimiento por Toby Mortimer.

Eduardo Paniagua – El collar de la paloma (Pneuma Music, 2023)

César Carazo: canto 1, fídula y coro; Mohamed El Arabi Serghini: canto 2, tar; Wafir Sheik: canto 3, laúd árabe y recitado; Eduardo Paniagua: canto 4, salterio, qanun, kaval, flauta, tar, semillas y coro; Jamal Ben Allal: violín y coro; Janita Salomé: coro y pandero (8 y 9); Filipe Raposo: piano; Joaquím Teles: percusión; Felipe Sánchez: guitarra medieval (1); Jaime Muñoz: axabeba (1); David Mayoral: darbuga (1); Said Belcadi: laúd (5); Abdel Ouahid Senhaji: ney (5); Vincent Molino: ney (11).

Eduardo Paniagua es un veterano compositor y músico madrileño de más de setenta años, especializado en la música de la España medieval. Comienza a grabar discos con apenas dieciséis años con el grupo Atrium Musicae, con el que trabajaría entre los años 1966 y 1983.

Debido a su labor multidisciplinar, funda los grupos Cálamus y Hoquetus, especializándose en la música arábigo-andaluza. Recorrerá con ellos los festivales españoles y de los países árabes.

En 1994 crea los grupos Música Antigua e Ibn Báya, este último junto al laudista Omar Metioui, para el trabajo musical sobre las Cantigas de Alfonso X y la música andalusí respectivamente.

Funda también el sello discográfico Pneuma para dar salida no sólo a sus grabaciones sino también a la de otros intérpretes o grupos afines a sus inclinaciones musicales.

En 1995 es contratado por Sony Classical para iniciar la colección de música medieval Hispánica, bien con el grupo Música Antigua, con el que ha editado diez discos sobre las Cantigas o con Ibn Báya, con el que ha editado cuatro discos sobre música andalusí. Ha sido merecedor de diversos premios, como en 2004 la Medalla de las cuatro Sinagogas Sefardíes de Jerusalén, por la convivencia de las culturas.

Junto al grupo Música Antigua, Paniagua lanza el disco en conmemoración de los mil años de la obra El Collar de la paloma (1023), del filósofo, poeta e historiador nacido en Córdoba (994), Ibn Hazm. El libro cuyo tema principal es el amor, es una indagación sobre su esencia a través de las diferentes civilizaciones. Pero en el disco introduce la figura y poemas del rey y poeta nacido en Sevilla (1040), Muhámmad Al-Mutámid. En un diálogo constante entre las dos grandes figuras, Eduardo Paniagua ha adaptado los temas basándose tanto en los textos originales como en las traducciones de Emilio García Gómez y Jaime Sánchez Ratia. Como vocalistas tenemos a César Carazo en canto 1, Mohamed El Arabi Serghini en canto 2, Wafir Sheik en canto 3 y Eduardo Paniagua en el canto 4. Además todos ellos, junto al resto de músicos, tocan diferentes instrumentos en consonancia con la música arábigo andaluza. Un excepcional trabajo con la batuta de Eduardo Paniagua al frente.

Matthew Halsall – An Ever Changing View (Gondwana Records, 2023)

Tracks: 1. Tracing Nature : 00:00 / 2. Water Street : 01:12 / An Ever Changing View : 09:31 / 4. Calder Shapes : 16:04 / 5. Mountains, Trees and Seas : 23:13 / 6. Field of Vision : 28:20 / 7. Jewels : 29:37 / 8. Sunlight Reflection : 36:15 / 9. Natural Movement : 37:39 / 10. Triangles in the Sky : 42:49

Matthew Halsall: composer, trumpet (2-5, 7, 9), piano (1, 6); kalimba (2-5, 7), glockenspiel (2), celeste (4), percussion (2-5, 7), looped piano (3, 7), Rhodes and piano effects (7), chimes (2-5, 10), gongs (8, 10), bells (10), log drum (9), field recordings (1, 5, 6); Matt Cliffe: alto sax (4), flute (2, 3, 5, 9); Chip Wickham: soprano sax (7), flute (10); Alice Roberts: harp (2-4, 7-10); Maddie Herbert: harp (5); Liviu Gheorghe: Rhodes (2, 3, 5); Jasper Green: Rhodes (4, 10), piano (7-9); Gavin Barras: bass (2-5, 7-10); Alan Taylor: drums (2-5, 7-10); Jack McCarthy: congas (2, 3, 5), percussion (4); Sam Bell: congas (9, 10), percussion (10); Chris Davies: xylophone (9); Caitlin Lang: vocals (10).

Matthew Halsall es un compositor y trompetista nacido en Manchester. Con un selecto número de trabajos a sus espaldas desde 2008, lanza ahora su nuevo disco en estudio tras su anterior trabajo grabado en directo en 2021. Matthew, quien se inclinó por el jazz después de la escucha del maestro Pharoah Sanders, más tarde, tuvo en Alice Coltrane a otro de sus pilares. Estamos hablando, por tanto, de una inclinación por un jazz espiritual, la que ha conformado la música de Halsall a lo largo de los años. No hay más que escucharle hablar de sus principales escuchas, en las que predominan no sólo intérpretes de jazz sino de otras tendencias, “Me encanta mucho el jazz espiritual profundo de los años 60 y 70 como Alice Coltrane, Pharaoh Sanders, Yusef Lateef y Don Cherry. Pero también escucho a artistas como The Cinematic Orchestra, Bonobo, DJ Cam, Madlib y Makaya McCraven y me gusta mucho la música electrónica, incluyendo Boards of Canada, Aphex Twin, Plaid y Autechre (Entrevista de Audio Media International). Y todas esas diferentes sugerencias musicales, se van apreciando en sus trabajos y especialmente en el aquí comentado, porque cierta experimentación tiene lugar en la plasmación del disco.

Matthew en el disco no sólo se muestra como un magnífico y experimentado trompetista, sino que da cabida a su pericia multiinstrumentista, tocando piano y rhodes, kalimba, glockenspiel (muy similar al xilófono), celeste, percusiones y otros efectos sonoros. Los paisajes en los que ha creado el disco son idílicos, entre Inglaterra y Gales se alojó tanto en la hermosa casa de un arquitecto con impresionantes vistas al mar como en una llamativa casa modernista, y su intención es transmitirnos esa experiencia, como él mismo explica cita incluida de Picasso, “Toda la música de mi nuevo álbum fue compuesta en lugares hermosos con vistas a montañas, árboles y mares y me gusta pensar que cuando escuchas la música de este disco te sientes como si te hubieras escapado y estuvieras de vacaciones disfrutando de las vistas al mar y los impresionantes paisajes que me inspiraron. Me inspiré mucho en una de mis citas favoritas de Picasso: “Cada niño es un artista. El problema es cómo seguir siendo un artista una vez que crecemos”, así que saqué todos mis juguetes musicales y seguí mis instintos y estoy muy contento con los resultados.” (Entrevista de Audio Media International). Matthew no se encuentra sólo y se rodea de un buen número de músicos contrastados como Matt Cliffe, Chip Wickham o Alice Roberts, entre otros.

No se me ocurre nada mejor para despedir a los rescoldos del verano o como bálsamo para esos días de ajetreo y agobio, que escuchar este disco que emana una vibración especial.

Jim Alfredson – Family Business (Posi-Tone Records, 2023)

Jim Alfredson – organ, Clavinet on 1 and 4; Will Bernard – guitar; Michael Dease – trombone; Diego Rivera – tenor saxophone; Alex Sipiagin – trumpet, flugelhorn; E. J. Strickland – drums; Kevin “Bujo” Jones – percussion on 3, 4, 7, and 9

No es difícil imaginar el futuro del niño Jim al tener a su padre ganándose la vida como organista profesional. Desde pequeño observaba a su padre tocar el órgano y cuando tuvo unos pocos años, comenzó a trastear con los sintetizadores hasta que a los dieciséis años consiguió su tan ansiado órgano Hammond B3, semejante al que tenía su padre. Su curriculum profesional es amplio, dirigió entre 1999 y 2009 la aclamada banda de rhythm & blues, Root Doctor, banda hoy todavía en activo. En el año 2000 también formó el trio de jazz Organissimo, teniendo editados cinco discos. Desde 2009 se dedicó también a producir. Entre 2010 y 2014 se integró en la banda de la cantante de blues, Janiva Magness. En 2013 formó Jim Alfredson’s Dirty Fingers, lanzando el excelente álbum A Tribute To Big John Patton, dedicado al gran organista. En 2013 creó el grupo THEO, orientado al rock progresivo, teniendo dos discos editados.

Con este bagaje a sus espaldas, se presenta ahora ya, bajo su propio nombre, Jim Alfredson. Y su productor Marc Free ha sabido elegir los compañeros ideales para acompañar a Jim en la grabación, compañeros que cuentan con trayectorias personales sólidas. En los vientos tenemos un trío de lujo, Michael Dease, al trombón, Diego Rivera, al saxo tenor y Alex Sipiagin en trompeta y fliscorno. Poco que añadir de los tres, selectos nombres en el mundo del jazz. A la guitarra, Will Bernard, tiene desde 2007 un buen número de discos liderando. En la batería, E. J. Strickland ha acompañado a un buen número de grandes en la música, como Wynton Marsalis, Cassandra Wilson o Terence Blanchard, liderando también su propio grupo. Lo mismo ocurre con el veterano percusionista, Kevin Jones, quien ha acompañado a The Isley Brothers, Charles McPherson o al gran Archie Shepp y liderando sus proyectos. Con este elenco, más el propio talento de Jim Alfredson era imposible no elaborar una excelente grabación.

Comienza el disco con Peepin, tema del legendario organista Lonnie Smith. La entrada la tiene Alfredson al órgano, dando paso al saxo de Diego Rivera y más tarde la guitarra de Will Bernard, para volver de nuevo al órgano de Jim. For Miles es una pieza dedicada a Miles Davis basada en su tema “Four”, compuesta por el trombonista Michael Dease, donde el peso principal recae en los metales, con diferentes solos alternados del propio Dease, Alex y Diego, pero es una pieza coral y se dará oportunidad al órgano de Jim, la guitarra de Bernard y la batería de Strickland. Las siete piezas restantes son composiciones de nuestro protagonista Jim Alfredson. Foster Blues está dedicada al veterano organista Ronnie Foster, pieza en la que el saltarín órgano de Jim abre paso al sonido de los diferentes metales, guitarra y batería, con las percusiones de Kevin siempre presentes. The side eye es un boogaloo en el que Alfredson brilla especialmente, pero en general todos y cada uno de los integrantes dejan en sus solos su clase. Verna es una balada entrañable que Jim dedica a su madre que crio a siete hijos. Alfredson está especialmente sensible en el órgano, apreciándose el ocasional apoyo de los metales y el sutil solo de guitarra de Will Bernard, pero tampoco se debe olvidar el elegante saber hacer del batería E. J. Strickland. Winkin’, Blinkin’, And Nod hace referencia a tres chimeneas de una planta de energía de Lansing en Michigan, cercanas a Alfredson y a alguno de los componentes. Otra enérgica pieza coral con alternados solos y un brillantísimo tramo final. REO Town está dedicada al barrio de Jim Alfredson, barrio que parece tener un resurgimiento. Un medio tiempo con el sonido del órgano predominante junto a las percusiones de “Bujo” Jones, la batería y el apoyo alternado del resto de componentes. El mismo tono mantiene Strange matter, dedicada a la familia, tema que también está presente en la pieza que finaliza el disco, Easy Breeze y presenta un tono intimista con órgano, batería, percusiones y guitarra siempre presentes y los metales alternando para dar paso al tramo final con el órgano de Jim y la totalidad de los miembros tocando.

Es evidente que Jim Alfredson con este disco demuestra que aprendió bien de sus admirados Lonnie Smith, Ronnie Foster o el maestro de maestros, Jimmy Smith, y junto a sus seis acompañantes lo ha puesto en práctica, facturando un disco sin fisuras disfrutable de principio a fin.

Ombligo – Intrépido Viaje a Velocidad Cero (Metales Preciosos, Universal Music, 2023)

Anika (Ana Sobrino): composición, voz, violín, guitarra; Ángel Cáceres: composición, guitarra, coros, silbido; Pablo Navarro: violín, contrabajo; Alan denis: batería, percusiones; Dario Santamaría: flauta; Bruna González Subirà: violonchelo, voz; Álvaro Navarro: serrucho, voz; Maria Rubio: voces; Laura Revuelta: voces; Álvaro Vallejo Rodríguez: voces; Inés Collarte: voz; Eduardo Molina III: voces, tabla de lavar, teclados, juguetes y otros cacharros, productor.

Ombligo es un dúo musical formado por Anika (Ana Sobrino) y Ángel Cáceres. Conozcamos a ambos un poco más. Anika estudió Grado Medio de violín en Madrid y en Barcelona (ESMUC) completo el Grado Superior de violín clásico. Allí, estudió violín en el género jazzístico. Es compositora, canta, como he dicho, su principal instrumento es el violín, pero también puede tocar el charango, la guitarra, la mandolina o el piano. Participa además, en los grupos Faneka y La Pena. Sus colaboraciones son extensas, Luis Pastor, Club del Río, Juan Valderrama, Alpargata, La Otra, María de la Flor, David Amaya… En ocasiones, produce.

Ángel Cáceres, además de componer, principalmente toca la guitarra de manera autodidacta y presenta una habilidad extraordinaria con el silbido. Curiosamente en sus comienzos, fue batería con tan sólo diecisiete años, en la banda de ska, Sin Konzienzia, Más tarde, ya en la guitarra y composición, formó parte de los desaparecidos Boss And Over. En el grupo Alpargata, toca la guitarra y produce. Pero a Ángel también le gusta tocar el bajo en la banda de jazz, GilipoJazz, creada en 2021. Ha producido a varias bandas, Faneka, Alpargata, TiboryBoxySox, Ciudadano Estándar

Anika y Ángel coincidieron tocando casualmente en un parque de Madrid en 2016. Ambos se entendieron perfectamente, pese a las diferentes afinidades musicales de cada uno de ellos, pero en cierto modo, con algunos nexos comunes. Comenzaron ambos a quedar en el metro para hacer versiones de sus canciones preferidas de otros grupos, Anika con el violín y Ángel con la guitarra. Crearon de esta forma el dúo Ombligo. En 2020 lanzan su primer disco, Banda sonora para una película que no existe. En el disco proyectan sus diferentes influencias, desde el jazz manouche, claro tributo a Django Reinhardt, la música balcánica, el folk, el bolero, la música progresiva y algún que otro toque de música clásica.

Tres años han transcurrido desde aquel primer disco para poder escuchar Intrépido viaje a velocidad cero, y podemos apreciar una evolución. Si el anterior álbum era predominantemente instrumental, en este trabajo, los instrumentales se equilibran con las piezas cantadas, adquiriendo la voz de Anika y el resto de voces mayor presencia. Los arreglos están muy cuidados y la nómina de invitados es amplia, lo que otorga al disco un mayor empaque. Conservan los estilos de su anterior disco, pero prima más el carácter folk e incluso se aprecia alguna incursión en el flamenco. Algunas canciones mantienen una línea intimista, como Hoy no tengo nada que hacer o Silencio, con letra remarcablemente poética, “Es este silencio antiguo que me duerme y arrulla / como si no hubiera muerte / como si cantaran tórtolas / Es este sonido mudo que a veces me aterra y gana / como si no hubiera vida / como quien no tiene ganas ya de nada”. Excelente trabajo que demuestra que la indagación en el folk fusionando otros géneros origina una música muy atrayente. Es de destacar también el aspecto lúdico que la música de Ombligo lleva consigo.

Carola Ortiz “Cantareras” (Microscopi records, 2023  )

Carola Ortiz – composición musical y adaptaciones de letras, voz, clarinete, clarinete bajo, pandero cuadrado y sintetizadores; Mario G. Cortizo – pandereta, pandero cuadrado, bombo legüero, caja, sartenes, samplers, sintetizadores y mandolina; Miriam Encinas Laffitte – dilruba, viola medieval, daf, flauta baja y flauta de caña; Alex Guitart – lavta, davul, bombo legüero, bağlama, darbuka, karkabas y bendir; Pau Lligadas – contrabajo y guitarra española; Andrea Jiménez – castañuelas en «Canción de pandero libre». Colaboraciones: Coros de Adufeiras de Salitre (Patri, Iria P, Iria L, Maite, María, Cris, Carol y Noe) en «E vira e vira», «Muñeira de Turmaleo» y «Serrana La matadora»; Coro Barcelona (Pau, Miriam, Irene, Ana, Clara, Viv y Carla) en «L’angelet del vetlatori» y «La mare de Déu»; Xabier Díaz – voz y pandereta en «E vira e vira»; Rosario La Tremendita – voz en «Doncella guerrera»; Eliseo Parra – voz en «Canción de bodas».

Carola Ortiz ya desde pequeña escuchaba el contrabajo de su padre, un músico reconocido vinculado al jazz. Por ello, con apenas siete años comienza los estudios de clarinete en el Conservatorio de su lugar de nacimiento, Tarrasa. A los dieciocho comienza a tocar y cantar junto a su padre e inicia estudios en el Taller de Músicos de Barcelona. En la Escola Superior de Música de Catalunya (Esmuc) obtiene en 2010, el grado superior de clarinete clásico y canto de jazz. Ha sido miembro de la orquesta de percusión Ibérica Coetus y además ha colaborado y actuado con intérpretes nacionales de referencia como Xabier Díaz, Eliseo Parra, Rocío Márquez, Silvia Pérez Cruz o Marina Rossell, entre otros; e internacionales como Debhashish Bhattacharya, The Mingus Orchestra, Kenny Woellesen o Maria Schneider. Además de interprete, es compositora y productora (tanto propia como de otros grupos), y lleva realizando un trabajo de investigación que se ha ido plasmando desde su primer trabajo, Sirin (2016) y en los siguientes, Spirala (2018) y Pecata Beata (2021). Discos que han merecido la atención de la crítica.

Acomete en este 2023 con Cantareras su cuarto trabajo y parece que Carola ha alcanzado un alto grado de perfección en su personal manera de fusionar el jazz, la música clásica, la electrónica o medieval y la música de raíz (la cual fundamenta la base de este trabajo). Para el disco, gracias a una Beca del Ayuntamiento de Barcelona ha investigado y recopilado una serie de canciones y romances de la tradición oral femenina de la Península Ibérica, tratando de mostrar la realidad de las mujeres en sus rituales, noviazgo y boda, maternidad o muerte y los mitos y leyendas que las rodeaban. El título del disco hace alusión a las mujeres que proveían sus cántaras de agua de las fuentes y ríos, actividad hoy por hoy, prácticamente extinta. Cantar era una manera de expresar las mujeres sus males y añoranzas, que de otro modo no se atrevían a divulgar, y para ello acompañaban su voz con las percusiones de elementos cotidianos, cucharas, platos, botellas de licor, sartenes, dedales o morteros. En sus presentaciones del disco y actuaciones, combina la música con el espectáculo, quizás bajo influjo de la herencia materna, pues su madre está vinculada al teatro. Además de las voces de los Coros de Adufeiras de Salitre y Coro Barcelona, que aportan un colorido especial, ha contado con la colaboración de Rosario La Tremendita que interviene en la canción que abre el disco, de procedencia medieval del siglo XV, La doncella guerrera, cuya letra tradicional proviene de León y la melodía es tradicional sevillana. Cuenta con un toque flamenco, medieval y andalusí, “Pregonadas son las guerras de Francia para Aragón, / Dios, me diste siete hijas y entre ellas ningún varón! / A la más chiquita de ellas le llevó la Inclinación / de Ir a servir a la guerra vestidita de varón”. El gran maestro Eliseo Parra interviene en Canción de bodas, tonada tradicional de Peñaparda, en la provincia de Salamanca, “Y al pasar por el puente de Santa Elena / Hay un arbolito que da azucenas / que las hizo la niña también limones / por eso te llamamos ramo de flores”. El veterano músico gallego Xabier Díaz colabora en la canción tradicional gallega E Vira e vira. Merece detenerse en la temática de la canción tradicional leonesa, Serrana la matadora, pieza de corte tenebroso basada en la figura mitológica de La Serrana de la Vera, mujer cazadora que vivía en una cueva y seducía a jóvenes para asesinarlos después de pasar la noche con ellos. En la canción, el joven logra escapar pero para vengarse, la serrana lo convierte en potrillo, Tu padre será caballo / tu madre será la yegua / y tu serás el potrito / que clamando vas por ella. Carola ha compuesto la música del pasodoble instrumental, Pasodoble de las cantareras, fusión entre lo tradicional y la electrónica. Brillantísimo trabajo de Carola Ortiz apostando por el folclore tradicional y enriqueciéndolo con una visión de vanguardia.

Brian Blade & The Fellowship Band – “Kings Highway” (© Stoner Hill Records And Press, 2023)

Brian Blade: composer, drums; Melvin Butler: tenor and soprano saxophone; Myron Walden: alto saxophone and bass clarinet; Jon Cowherd: piano, pump organ; Christopher Thomas: acoustic bass and c. t. synthesizer; Kurt Rosenwinkel: guitar.

Brian Blade nació en 1970 en Shreveport, Louisiana. Los primeros contactos con la música fueron a través del góspel, debido a la condición de pastor de la iglesia baptista de su padre. Con nueve años comenzó a tocar el violín, pero bajo influencia de su hermano, que tocaba la batería en la iglesia, comenzó a interesarse en el instrumento. Mientras estudiaba en secundaria, comenzó a escuchar a John Coltrane, Charlie Parker, Miles Davis, Art Blakey, Thelonious Monk o Elvin Jones, entre otros. Con 18 años se instaló en Nueva Orleans para estudiar en la Universidad de Loyola. Allí estudió y tocó con buena parte de los músicos de Nuea Orleans. En 1997, Blade formó junto a los miembros que he dejado en los créditos, The Fellowship Band y en 1998, lanzaron su primer disco. El trabajo con el grupo, Brian lo ha ido alternando con el apoyo a otros intérpretes bien conocidos como Wayne Shorter, Joni Mitchell, Ellis Marsalis, Marianne Faithfull, Emmylou Harris, Herbie Hancock, Bob Dylan…, y trabajos bien interesantes con Wolfgang Muthspiel, Marc Johnson, Bill Frisell, Chic Corea, Christian McBride, John Patitucci o Danilo Pérez, entre otros. Como se puede observar, Brian es hoy en día un músico con una trayectoria amplia bien contrastada.

The Fellowship Band lanzaron cuatro discos y ya como Brian Blade and The Fellowship Band, Kings Highway, es su tercer trabajo y aunque prácticamente grabado en 2018, se postergó para por fin editarlo este mismo 2023. La mayor parte de composiciones corren a cargo de Brian, salvo dos temas del pianista Jon Cowherd y el último tema, God Be With You, donde arregla un tema de Jeremiah E. Rankin y William G. Tomer. El ensamblaje de los miembros está claro que está verdaderamente consolidado y aunque Blade ejerza de líder, no hay una predominancia de su batería, pero sí ese saber hacer donde Brian sabe ejercer en cada momento el toque preciso, junto a unos miembros con trayectorias bien consolidadas.

La canción que abre el disco, “Until We Meet Again”, comienza con una atmósfera etérea con sintetizador, dando pie a la guitarra, el piano y bajo, para Brian aplicar sutiles toques de batería que culminan con la inclusión de los vientos, construyendo una melodía repetitiva. “Catalysts” es una pieza más alegre y dinámica donde la batería, el contrabajo y el piano acompañan a una guitarra juguetona que da paso al saxo y al sintetizador, donde el conjunto termina en un in crescendo maravilloso. “People’s Park” al igual que la anterior, son piezas del pianista Jon Crowherd, ésta es una pieza más serena donde Crowherd demuestra el excelente pianista que verdaderamente es. Llegamos al tema que da título al disco, “Kings Highway”, una pieza de trece minutos, pero no se asusten porque el minutaje proporciona la expansión que los músicos necesitan para acometer múltiples cambios, donde Brian va conduciendo elegantemente con la batería, y todos, absolutamente todos, van a demostrar sus dotes interpretativas. Especial mención al contrabajo de Christopher Thomas reconduciendo y al formidable Rosenwinkel en la guitarra. Una pieza donde el jazz se fusiona con otros géneros. Sublime pieza. Tras la explosión, “Look To The Hills”, se propone una pieza bien dinámica con un pasaje reflexivo intermedio y culminación final. Da paso de esta manera a la pieza más larga del disco, “Migration”, con quince minutos de duración, pero tampoco se asusten porque es otro tema formidable, donde Brian ejerce de músico catalizador y Crowherd se erige el continuador con el sutil toque pianístico. En un tema con variados cambios, el sonido del contrabajo con esos toques dinámicos se nos va a quedar bien grabado. Los saxos y la guitarra tienen también sus buenos apartados, y el conjunto de músicos culminará la pieza en una expansión final. Otra magistral pieza. Cierra el disco la pieza espiritual arreglada por Blade, “God Be With You”, un solemne cierre y colofón que el disco merece. Un disco que hace honor al magnífico maestro dentro del jazz espiritual, John Coltrane, pero que no sólo mira al pasado, también tiene un pie en el presente fusionando el jazz con el rock, el góspel o el folk, e incluso me atrevería a decir que tiene vistas al futuro, pues hay momentos donde el jazz se vuelve vanguardista. Les u os conmino a escuchar el disco, no sólo una vez, sino varias, para apreciar todo el trabajo. Uno de los mejores discos presentados este año, sin duda.

Joel Paterson – “The More The Merrier” (© NocturnalSol, 2023)

Joel Paterson: guitars and steel guitar, producer and arranger; Beau Sample: upright bass; Alex Hall: drums, percussion

Joel Paterson es un virtuoso guitarrista de Chicago que en 2019 lanzó su primer álbum navideño, “Hi-Fi Christmas Guitar”  En el disco se daban cita una buena colección de clásicos. En este trabajo, Paterson reivindicaba la música navideña que en su infancia escuchaba junto a sus padres. Añadía la atracción que siempre sintió hacia el sonido de la guitarra de sus admirados maestros. Le gustaba imitar en casa con la guitarra en plan amateur, esas piezas clásicas de navidad aplicándolo a sus gustos preferentes. Pero no se decidía a plasmarlo en un disco. Finalmente, por petición de amigos y simpatizantes, se decidió a grabar el disco en 2019, con resultados espléndidos. De nuevo, en este 2023 lanza una continuación de aquel primero, “The More The Merrier (“Hi-Fi Christmas Guitar” Vol. 2)”.

Otro puñado de clásicos se dan cita en este nuevo trabajo, no pudiendo dar mejor inicio al disco que con la imperecedera, “Santa Claus Is Coming To Town”, ejecutada a ritmo de swing. Los ritmos hawaianos se apoderan de “Christmas Island”. Otro clásico hace acto de presencia, “Here Comes Santa Claus”, pieza que mantiene un ritmo balanceándose entre el swing y el rockabilly. Le sucede una canción muy dinámica con un endiablado ritmo de boogie-woogie, “Christmas Guitar Boogie”. Se mantiene el ritmo en “(Everybody’s Waitin For) The Man With The Bag”. Joel se marca un excelente blues en “Please Come Home For Christmas”, para continuar con una delicada pieza fluctuando entre el jazz y el blues, “The christmas song”. Joel continuará su exhibición guitarrística con otras verdaderas joyas navideñas, “Rudolph The Red-Nosed Reindeer”, “Let It Snow! Let It Snow! Let It Snow!”, “Merry Christmas Baby”, permitiéndose cerrar el disco con la inmortal, “Silent Night”.

Joel se ocupa de todas las guitarras, y su faceta de arreglista e ingeniero de grabación, le permite establecer un muro de sonido de diferentes guitarras, produciendo el efecto de una pequeña orquesta de guitarras. Esa maestría en el toque le permite variar los estilos, pop, rock, rockabilly, blues, jazz, western music o música hawaiana. De esta manera el disco se escucha con verdadero placer, al sorprendernos con cada nueva canción. Canciones que mantienen el espíritu navideño, pero a su vez se escuchan como un disco variado instrumental. Paterson trata de mantener la esencia de la música vintage navideña, con las miras puestas en adorados maestros de la guitarra, como Les Paul o Chet Atkins. Beau Sample en el contrabajo y Alex Hall en la batería y las percusiones, son los compañeros de viaje ideales de nuestro maestro guitarrista.

No se me ocurre nada mejor para reproducir por estas fechas navideñas que escuchar al trío de músicos. Supone un buen bálsamo para desintoxicarse de todos esos discos comerciales que nos invaden durante estos días.

Imagen de portada: Brian Blade performs with his Fellowship band at the 2014 Monterey Jazz Festival. De Dbeck03 – Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=39587385

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